MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo

*** Los diputados por Chilpancingo.

Por primera vez en la historia de la capital del estado, el PRI no tiene representantes en los órganos legislativos, producto de la elección directa en las urnas. Jorge Salgado Parra, Antonio Gaspar Beltrán y Alejandro Arcos Catalán, fueron respaldados por el PRD en los comicios del pasado primero de julio. Todos ellos, con militancia priísta de años, y que fueron marginados en ese partido en la búsqueda de las candidaturas. Hoy, ya establecidos en sus cargos legislativos, se vislumbra una etapa de resultados positivos para los capitalinos.

Así es. La costumbre se mantiene intacta. Quienes han derrotado al PRI en las elecciones de los distritos locales y en el federal han sido antes militantes de ese Instituto Político. Así ganó Pioquinto Damián Huato y Carlos Sánchez Barrios.

Al margen de los yerros que ha cometido el PRI, lo que se vislumbra, tras la nueva conformación política, es que la capital del estado tiene hoy a tres aliados en los órganos legislativos. De entrada, el caso más palpable es el del diputado federal Jorge Salgado Parra, quien desde muy temprano, ha dado señales claras de que seguirá trabajando en su misma línea de acción, en donde además de lo legislativo y la eficaz gestión social, mantendrá una relación muy estrecha con la gente.

Jorge Salgado Parra era el candidato natural que el PRI debió enviar a competir por la diputación federal. El trabajo permanente en colonias y comunidades lo ubican con claridad como un político rentable. Y la prueba más elocuente de ello, es que la ciudadanía lo respaldó ampliamente cuando se postuló por medio de otras expresiones políticas.

La lectura de su triunfo es muy nítida, en el sentido de que la población desea seguir contando con un aliado de su talla. Sobre todo cuando ha dejado huella de sus gestiones efectivas, tal y como hoy se ve con la obra del libramiento interior de Chilpancingo, que hoy luce totalmente rehabilitado y ha generado un enorme beneficio social directo para decenas de colonias de esa área de la ciudad.

Es evidente, por lo que se ha comenzado a ver, que el diputado federal por el séptimo distrito, seguirá siendo un excelente aliado de la gente y eso es sumamente positivo, ya que se traducirá en diferentes gestiones que vendrán a mejor la calidad de vida de quienes habitan en el distrito.

Su aspiración por la presidencia municipal, es otro fuerte argumento, para asegurar, que al ser un político con aspiraciones y proyectos, habrá de invertir todo su esfuerzo, dedicación y pasión para servir a la gente. Eso le conviene a Chilpancingo y a los otros cuatro municipios.

En el caso de Alejandro Arcos Catalán, cuya militancia en el PRI también fue de muchos años, llega producto de una elección en donde más del 65 por ciento de la ciudadanía dice haber optado por la claridad de sus propuestas y la seriedad que le distingue como político. Llega al congreso local postulado por el PRD. Y ya en el cargo ha comenzado a dar muestras de que desea seguir creciendo, lo que equivale a decir, que se esperan muchas acciones positivas de su parte a favor de los capitalinos.

Ya tiene dentro de sus propuestas recientes, la petición para conformar una comisión legislativa especial para organizar los festejos conmemorativos del bicentenario de la instalación del Primer Congreso de Anáhuac y los sentimientos de la Nación. La propuesta es valiosa porque el Congreso Local es la instancia que mayor importancia debe dar a éste hecho histórico y de gran aporte para nuestro país.

En el terreno de la gestoría social, la reactivación del programa Muévete por Chilpancingo y que ahora se parece haber extendido hacia Tixtla, es una señal clara de que Alejandro Arcos se mantendrá muy cerca de la gente. Que escuchará y atenderá de manera directa a sus representados, a efecto de convertirse en un gestor más eficiente y que entregue resultados de un buen nivel de impacto social.

En tanto, en el caso de Antonio Gaspar Beltrán, también marginado en las filas del PRI, ahora se le presenta una magnífica oportunidad, ya que hace un año, nadie apostaba, que a estas alturas del partido, no solo fuese diputado local, sino hasta presidente de la mesa directiva del poder legislativo de Guerrero.       

Es evidente, que Gaspar Beltrán no desea ganar simple protagonismo al convertirse en presidente de la mesa directiva, sino en un actor político que incida de manera positiva en las decisiones que se tomen en el órgano legislativo. El estar ahí, lo ubica como un político que tiene la visión puesta en dar resultados. Y eso, por donde se vea, es una buena noticia para los capitalinos. Esa es la cuestión.