CANCIÓN PARA EL ALMA

Por los caminos de Belén
 hasta el aire ha dejado de ser aire
 para no despertar al Niño.
 El silencio es tan profundo
 que todas las voces callan
 y escuchan, sueñan y meditan,
 para no lastimar la paz al Niño
 Un coro de alegrías se oye a lo alto,
 al abrigo de la vida,
 va ensanchando nuestros ojos
 para acariciar con la mirada al Niño.


 El mundo tiene otra luminosidad,
 otro consuelo, otra esperanza,
 el de Dios con nosotros, 
tan pequeño como un Niño
 para que lo podamos ama
r y tan grande como un cielo
 para que todos los podamos abrazar.
 Nos ha nacido un Niño, despertad, buscadlo
 muy dentro, nunca será tiempo perdido
 caminar como una piña y encaminarnos
 hacia la luz. El Niño se deja querer, pide
 nuestro amor; se deja tocar, pide nuestras
 caricias; se deja ver en la humildad de un 
pesebre, pide que le acompañemos. Nos
 regala una sonrisa de ilusión, nos transforma
 y nos renueva, ha entrado en nosotros para
 embellecernos de eternidad. En cada niño
 nace la vida y en el Niño Dios nació el amor.
 Un amor que con amor nos eleva, a una vida
 que nos vive por sí mismo para los demás.
 Desde entonces habitan en el mundo canciones
 de paz, letras de inocencia, músicas que nos
 recuerdan al Niño. Son versos de amor escritos
 por Dios. Llevadlos al alma, esparcidlos por
 el mundo, y retener al niño para ganar un corazón.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario