MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** Lázaro Mazón; piedra en el zapato del Gobernador

Si la ruptura de Andrés Manuel López Obrador con el PRD dejo sin mucha red de protección al secretario de salud en Guerrero, Lázaro Mazón Alonso, ahora con los hechos registrados el primero de diciembre, esa tela parece debilitarse aún más. Sobre todo cuando el Gobernador Ángel Aguirre Rivero goza de todos los afectos del presidente del país, Enrique Peña Nieto, y como muestra de ello, ahí está la reunión que sostuvo con la nueva secretaria de salud nacional, Mercedes Juan López. Lo que estaría enviando señales, que en breve podría haber nuevo titular del ramo en la entidad suriana, y más aún, cuando éste se parece haber enfrascado en una lucha interna por el control de la dependencia.
Así es. No es un secreto, que al ser considerado como uno de los dirigentes estatales más representativos de lo que se denomina Movimiento por la Regeneración Nacional, por sus siglas MORENA, Lázaro Mazón Alonso se convirtió en un político vulnerable dentro del gobierno de Guerrero, luego de la ruptura que su líder nacional, López Obrador, estableció con el PRD. Mucho más, cuando el Gobernador Ángel Aguirre Rivero nunca recibió apoyo del tabasqueño durante su campaña por la gubernatura.
Los actos sucedidos el primero de diciembre, en donde se etiqueta a simpatizantes de López Obrador, como los más interesados en buscar desestabilizar el arranque de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, envían una mala señal para la salud política de Lázaro Mazón. En principio, porque ante la amistad que une al mandatario nacional y al de Guerrero, lo que menos convendría para mantener una relación armoniosa, es que dentro de la estructura gubernamental estuviese enquistada gente que juegue las contras a Peña Nieto. Eso sería como un doble discurso del gobernador Ángel Aguirre. No sería bien visto, que en la foto lo salude y abrace, y que desde su gobierno, se patrocine a quienes están en contra del presidente del país.
Al mismo seno del PRD, la ruptura total entre Marcelo Ebrard y López Obrador, luego de los hechos vandálicos que enfurecieron al ex jefe de gobierno del Distrito Federal, tampoco es una buena noticia para el secretario de salud estatal. Y no lo es, porque al final de cuentas, el Gobernador de Guerrero tiene un mayor compromiso, con quien sí se la jugó con él, cuando dejó las filas del PRI para encabezar la coalición Guerrero nos Une. Por lo que evidentemente, se impondría un deslinde con los simpatizantes y aliados del mentado Peje, y entre ellos estaría el secretario de salud, por lo que no sería extraña su próxima separación del cargo.
Una gota más que se junta para derramar el vaso, lo constituyen los hechos recientes en la misma Secretaría de Salud, luego de que Mazón Alonso se pretende vender como un político comprometido con la transparencia, dando entrada a una dizque auditoría ciudadana, que por cierto no tiene ningún sustento legal, cuando en el fondo del asunto, lo que pretendería es buscar desprestigiar a los amigos del mismísimo gobernador, a quienes ha dado la tarea de cuidar y administrar los recursos de la secretaría de salud, en donde el titular, solamente ha dado pena ajena. O sea, buscaría aprovechar la coyuntura por un pleito interno.
Al final de cuentas, la mentada auditoría ciudadana, por cómo se están dando las cosas, solamente amenaza con golpear la imagen del gobierno de Ángel Aguirre Rivero. Y todo esto, gracias a “la cortesía y gentileza” de uno de los aliados de López Obrador. De ahí, que sumado esto, a los escasos resultados que ha dado Lázaro Mazón Alonso, podría traer como resultado, su remoción de la secretaría de salud. Esa es la cuestión.

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