FORO POLITICO

Por Salomón García Gálvez
PRI: La guerra por el poder

El clan Figueroa parece no darse cuenta que su hegemonía como grupo político, ya feneció, desde la matanza de 17 campesinos en el vado de Aguas Blancas, municipio de Coyuca de Benítez, hace casi 17 años.
Los burdos ataques del diputado local priista, Rubén Figueroa Smutny, en contra de los legisladores Héctor Astudillo Flores y Manuel Añorve Baños, poco y en nada ayudan al PRI, cuyo partido se desgasta más ante la cercanía de la jornada electoral del 2015.
El ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer, utiliza como marioneta a su vástago para atacar a Astudillo Flores y Añorve Baños. El júnior, no respeta ni a las mujeres. La verdadera intención del clan Figueroa es debilitar, desgastar y alejar a Héctor (Astudillo) y a Manuel (Añorve) del proceso electoral del 2015.
El defenestrado ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer, un día soñó que su vástago podría ser el heredero del cacicazgo hasta convertirlo en gobernador. Soñar no cuesta nada. El júnior es una pésima copia de político pues el pueblo lo detesta.
Los Figueroa combinan la política con los negocios: le venden fertilizante a los gobiernos estatales, de sus plantas en Querétaro. Los guerrerenses en nada se benefician con los negocios de ese grupo político priista que en el pasado reciente se opuso a la construcción de la vía férrea hacia Acapulco (el ferrocarril)
A los Figueroa –Alcocer y Smutny-, les ocurre lo que a los emperadores romanos: se aferran al poder, y montan en cólera cuando alguien los contradice, o se oponen a sus estúpidos caprichos.
Astudillo y Añorve, tienen dignidad y jamás harían el triste papel de vasallos o esbirros de ese clan que ahora es caricaturizado a través de las redes sociales como el FaceBoock. El júnior, con sus declaraciones de guerra en contra de los dirigentes priistas, daña más al PRI.
Hasta el momento infinidad de guerrerenses aún se preguntan cómo llegó al Congreso Local un júnior como Rubén Figueroa Smutny, sin trabajo político y sin presencia en el estado.
La respuesta es fácil de responder: su padre Rubén Figueroa Alcocer, le consiguió la curul para que le cuide los intereses económicos (y políticos) como la venta del fertilizante a los 81 ayuntamientos de Guerrero.¿Es o no negocio, la política?
Y por si fuera poco, trasciende que el ex gobernador Figueroa Alcocer anda movidísimo en la capital del país tratando de conseguirle para su hijo la Delegación –federal- de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa). Es decir: para amarrar aún más el negocio de la venta del fertilizante a los 81 ayuntamientos de Guerrero.
Si el clan Figueroa Alcocer -y Smutny-, tienen pruebas sobre diversos actos de corrupción y delincuencia organizada en contra del ex alcalde de Acapulco, Manuel Añorve Baños, entonces que presenten una demanda judicial ante las autoridades competentes como la PGR, para que se proceda en consecuencia. La ropa sucia, se lava en casa. Esto se los deberá decir al clan Figueroa, el líder nacional del PRI, César Camacho Quiroz.
Quien también ha tenido desencuentros con el júnior Figueroa Smutny, es el diputado Héctor Astudillo Flores, quien antepuso su dignidad como político profesional y militante del PRI, y dio entender a la opinión pública que nunca será vasallo y menos esbirro de ningún grupo caciquil como el que encabeza el ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer, a quien el diputado Manuel Añorve lo llamó: “el verdadero jefe de la pandilla”.
Al final de cuentas, la opinión pública es la califica a los buenos y a los malos políticos, no sólo del PRI sino del resto de los partidos.
En pocas palabras, la arena política ya se calentó como en el Coliseo Romano, con la entrada del año 2013, y se pondrá al rojo vivo en la víspera del 2015, cuando se lleve a cabo la sucesión por la gubernatura de Guerrero, el relevo en los 81 ayuntamientos, las 28 diputaciones locales y las 9 federales. La guerra por el poder, apenas dio inicio.
INEXPERIENCIA LEGISLATIVA.
En serios problemas pondrá al Congreso Local el diputado priista, Omar Jalil Flores Majul, por su inexperiencia, pretender darle carpetazo al juicio político en contra del ex alcalde de Tlapa, Willy Reyes Ramos, a quien se responsabiliza de la muerte del diputado federal, Moisés Villanueva de la Luz.
El novato legislador Flores Majul, dirigió un oficio al pleno del Congreso donde informó que el juicio político en contra del ex alcalde de Tlapa, Willy Reyes Ramos, “sea descargado de los pendientes de esa Comisión (Instructora), como un asunto total y definitivamente concluido”. Omar Jalil, preside la Comisión Instructora.
Cuando los familiares y deudos del extinto diputado federal, Moisés Villanueva de la Luz, se enteren sobre el contenido del referido oficio que emitió el diputado Flores Majul, seguramente que protestarán no sólo ante el Congreso Local, sino ante otras instancias. Con tal actitud, el legislador Omar Jalil, no sólo exhibe ineficacia sino poco interés por resolver los asuntos que le atañen… Punto.

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