En el inicio de la segunda semana de mayo, el mes más difícil porque el estiaje agudiza la temporada de incendios forestales, las brigadas del Comité Estatal de Prevención y Control combaten 23 siniestros que se encuentran activos en el estado, los cuales se sumarán a los 140 que se registraron en Guerrero con una destrucción de 15 mil 043 hectáreas
La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Gobierno del Estado (SEMAREN), la Subsecretaría de Protección Civil y la Comisión Nacional Forestal gerencia Guerrero realizan labores de combate por tierra y vía aérea en la medida de lo posible en los diversos incendios que han aumentado de manera agresiva sobre todo durante las últimas dos semanas.
El titular de la SEMAREN, Carlos Toledo Manzur y el Coordinador de Brigadas, Javier Castro Hernández, informan que se combaten 23 siniestros activos en el estado, los cuales se ubican en los municipios de Atoyac de Álvarez, Tecpan de Galeana, Zihuatanejo, Coyuca de Benitez, Ayutla, Tecoapa, Copalillo, San Miguel Totolapan, Buenavista de Cuéllar, Cochoapa El Grande, Leonardo Bravo, Tixtla y Chilpancingo.
Indican que los siniestros más difíciles de combatir en estos momentos son los que se están suscitando en este municipio de Chilpancingo; en el denominado cerro del Alquitrán y en parajes colindantes con la localidad de El Durazno.
Toledo Manzur informó que estos siniestros, que se originaron por quemas agrícolas descuidadas, iniciaron hace tres días y desde el reporte se están realizando labores de combate de parte de todas las instituciones del Comité Estatal de Prevención y Control de Incendios y también con el apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), quien ha aportado algunos elementos para el combate en tierra y está coadyuvando con una aeronave con la que se realizan descargas en la zona de los siniestros de Alquitrán y El Durazno, que son los más complejos y los cuales están arrojando humo a la capital del estado.
Este lunes a medio día las brigadas lograron controlar el flanco sur y norte y solamente trabajan en la parte alta del Alquitrán, donde se estiman por lo menos 30 hectáreas afectadas y en el caso del Durazno se calculan aproximadamente 70 hectáreas calcinadas, principalmente en arbusto.
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