Por: Fco. Javier Sánchez
PETATLÁN, GRO.- Todos los ríos de la costa grande lucen completamente secos y desérticos antes de la temporada de lluvias, lo cual es un negro preludio del desastre ecológico implementado por el hombre en contra de la misma naturaleza, donde sede hace décadas se ha venido denunciando la tala ilegal e inmoderada de árboles en la parte alta de la sierra, la cual durante un recorrido por la carretera Zihuatanejo a ciudad Altamirano se puede observar que la cordillera del filo mayor ha sido brutalmente arrasada por conciencias infernales, lo cual arroja el lógico boumerang de las sequías de todas las fuentes generadoras de agua y la respuesta natural del calentamiento global.
En el caso de Petatlán el río se secó hace dos semanas aproximadamente y la gente oriunda de este lugar solo les queda el recuerdo del aquel río turbulento, limpio, sin contaminación y donde la gente acudía a pescar y sacar camarones frente al mismo centro de la ciudad y toda la parte baja del Barrio de la Hoja hacia abajo, lo mismo que del puente hacia arriba, actualmente el cauce del río luce un panorama desolador y desierto que contrasta con lo que antes era un paisaje en la costa grande, donde la vegetación ha desaparecido, tanto por el crecimiento demográfico y lo peor que son los “proyectos ecoturísticos”.
O sea que la tala clandestina e inmoderada acabó con los árboles en la parte alta de la sierra y los proyectos cierran la pinza mortal de la devastación natural en la zona costera, donde también los mantos acuíferos o cuerpos de agua han sido altamente contaminados como es la laguna de Valentín, estero que se irradia hasta la Barra de Potosí, la cual ha sido bloqueada por dichos proyectos “ecoturisticos”.
Fracturas que han hecho de manera oficial desde el gobierno con la autorización de “aprovechamiento de los recursos naturales” mediante permisos para la tala de árboles en la parte alta de la sierra y donde las dependencias como la Profepa, Semarnat, Conafor y otras, pues solo están de ornato porque a la fecha no han operado en nada contra las deformaciones deliberadas del ecosistema, o sea del entorno natural que nos rodea o mejor dicho que nos rodeaba.
Por otro lado las denuncias ciudadanas sin efecto son la tala en todos sus niveles, la contaminación y lo último es la queja generalizada de las tomas clandestinas río arriba y ríos abajo por parte de propietarios de huertas y de potreros, con tuberías de cuatro y hasta seis y ocho pulgadas, sin los permisos correspondientes, aparte de que según ese tipo de tomas no cuentan con permisos por parte de la CNA, aunque la corrupción es el caballo que encabeza todas las acciones, nada se hace para proteger la naturaleza, pese a sus letales consecuencias.
La realidad del impacto ambiental es y ha sido un ataque sistemático a nuestro medio ambiente con toda la conciencia del daño que se hace a los pueblos y al mundo, promovido por el mismo sistema de gobierno en turno, derivado de los intereses mezquinos en beneficio de unos cuantos y en arrasamiento de millones de seres humanos, en especial de los más pobres, de los incontables cinturones de miseria del país, aunque el rasero que se avecina cortará de tajo y parejo en contra de agresores y agredidos, de opresores y oprimidos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario