Fabián Ortiz
Luego de tres días de haberse dado la espectacular fuga de 9 reos en el penal de La Unión, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Sergio Javier Lara Montellano anunció el reforzamiento especial en todos los centros de readaptación social de la entidad, situación que no se ha dado, al menos en algunos de ellos como el de Chilpancingo. Y es que el penal de la capital del estado luce sin vigilancia adecuada, no tiene señalamientos y la Unidad de Traslados no cuenta con elementos suficientes, al igual que en la entrada principal, no hay topes y la pluma colocada, presuntamente para evitar el paso de vehículos no identificados está frágil y mal soldada, por lo que es uno de tantos penales considerados como vulnerables.
Al realizar una visita al penal de Chilpancingo, se confirmó que a lo largo del corredor inicial, no existe ningún señalamiento, ni de bajar la velocidad, ni de presentar identificación alguna, además de que no existen topes de precaución, ni alarma detectora, por lo que cualquier vehículo puede llegar sin problema alguno hasta las puertas del reclusorio.
En la torre central de la entrada principal solamente hay un custodio, más no así en el área del estacionamiento o de entrada a los juzgados penales, por lo que el acceso es totalmente fácil a cualquier hora y día de la semana, además de que la pluma que presuntamente detiene a los vehículos previos a revisión, está toda chueca y su base presenta varias soldaduras, por lo que cualquier carro la puede pasar sin problema alguno.
La llamada Unidad de Traslados, que es el lugar previo a la salida de cualquier recluso, ya sea para ser trasladado a otro penal, así como para ser llevado a algún hospital o alguna sala penal para realizar declaraciones, no cuenta con nada.
Sólo son unas simples tablas, en las que los únicos dos custodios tienen armas viejas, no cuentan con baños ni dormitorios, por lo que cualquier grupo delincuencial que se presente puede pasar sin ningún problema, o bien, cuando hay algún traslado, esa zona es totalmente vulnerable para que se dé algún rescate de reos por parte de la delincuencia organizada o bien, alguna fuga bien planeada.
De las dos patrullas que hay en el lugar, una de ellas está descompuesta y la otra en malas condiciones, con las llantas lisas y casi siempre, poca gasolina, según informaron los guardias encargados de la Unidad de Traslados, quienes omitieron sus nombres ante el temor de represalias por parte de las autoridades penitenciarias.
Luego de esta revisión, se pudo comprobar que el penal de Chilpancingo no ha sido reforzado en cuanto a su seguridad, cuenta con un sinnúmero de carencias e irregularidades y no tiene, ni la vigilancia suficiente ni adecuada para poder evitar cualquier fuga, por lo que está considerado dentro de los reclusorios considerados como vulnerables (ANG).
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