Aprueban 2 mdp para el rescate del casco de la ex fábrica de hilados y tejidos

Pedro Patricio Antolino, Corresponsal
ATOYAC DE ALVAREZ, GRO.- El director de la Casa de la Cultura en este municipio, Rubén Ríos Radilla, informó que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) aprobó 2 millones de pesos para el rescate del casco de la ex fábrica de hilados y tejidos en la comunidad de El Ticuí. Abundó que según la delegada del INAH en el estado, Blanca Jiménez Padilla, el dinero está en espera de que los habitantes del ejido de El Ticuí acuerden con el gobierno municipal dar en comodato el inmueble al ayuntamiento, con lo que se agilizarían los trámites para aplicar los recursos.


En entrevista, el también cronista e historiador explicó que los 2 millones serán usados para la construcción de canchas de usos múltiples a los alrededores de la vieja casona, así como albercas, cafeterías, puestos de revistas y áreas verdes, además de la rehabilitación de las paredes, el piso y la fachada del edificio, en cuyo interior se pretende construir un centro de convenciones. Agregó que parte del presupuesto se usará para rehabilitar la torre de vigilancia, la cual, dijo, así como el casco de la fábrica, jamás han recibido mantenimiento de ninguna administración municipal desde que la fábrica cerró sus puertas a principios de los años 80. “Incluso pudiera ser que una vez rehabilitado el edificio pudiera servir como sede para la Casa de la Cultura de Atoyac, además de otras oficinas relacionadas a la cultura en el municipio”, añadió. La fábrica de hilados y tejidos de El Ticuí fue considerada durante la primera mitad del siglo pasado, como la empresa de su ramo más importante de Costa Grande, fue construida por trabajadores de la firma comercial Alzuyeta Fernández Quiroz y Compañía en 1900. Sin embargo, tras varias administraciones que no dieron resultados positivos, víctima del atraso tecnológico y de lo difícil que resultaba competir con las nuevas fibras sintéticas, la textilera cerró sus puertas a principios de la década de los 70. Según testimonios de los pobladores, desde que cerró sus puertas los sucesivos gobiernos de Atoyac no dieron importancia al saqueo que se hacía de la fábrica –en el que participaron incluso los propios mandatarios– hasta dejarla en ruinas. Actualmente, la otrora factoría luce abandonada y llena de basura.

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