LA RUEDA DE LA FORTUNA

Por Alfredo Sarabia
No a la privatización de PEMEX

Se avecina la fecha en que se podrían caer las máscaras de los partidos políticos que se dicen de Izquierda. El próximo 8 de septiembre, vibrará el Zócalo de la ciudad de México, pues es el día en que habrán de reunirse miles y miles de mexicanos para manifestar un repudio total a la pretensión patética del gobierno federal de PRIVATIZAR PEMEX, bajo el pretexto engañoso y ruin, de “modernizar a la empresa, aduciendo perversa y malévolamente que no es rentable”.
A esta lucha, está convocando el líder máximo del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), Andrés Manuel López Obrador. Lucha que tiene que ver con los intereses de la gran mayoría de los mexicanos, pero que en la praxis, desgraciada y desafortunadamente, muchos se quedarán “atascados” en su ostracismo egoísta y comodino que lastima y que ofende.
En  teoría, tendría que observarse aquí, las participaciones sin mediar excusas, ni pretextos viles de los partidos políticos que se autonombran de “Izquierda”, como el PRD, el MC y el PT. Craso error cometerían si nada más están de “mirones, viendo tranquilamente como la República, se desmorona artera y pausadamente”.
Sin embargo, en el escenario que se vislumbra, los que decidirán legalmente el atropello anunciado hasta el hartazgo, son los diputados federales, los cuales estarán plácidamente en la cámara de diputados, ya que seguramente serán fuertemente custodiados por elementos oficiales de Seguridad policiaca, como ya se ha visto en otra ocasión, con la salvedad que hoy día, el presidente Enrique Peña Nieto, tiene a su disposición a la gran mayoría e los legisladores “de la oposición”,  que provienen de los partidos políticos que han firmado el ventajoso “Pacto por México”, o mejor dicho, “cheque en blanco” para el PRI – Gobierno.
Aún así, se mantiene “viva la hoguera de rebeldía” en algunos perredistas, hasta en tanto se llega la hora en que se tendrán que definir, pues en la lid que se acerca vertiginosamente las “medias tintas” como para “mantenerse blandengues”, o, “es blanco, o, es negro”, no habrá de otra.
Evoquemos que en 1938, hubo un presidente de la República, patriota, nacionalista y sobretodo muy querido por los mexicanos de ese entonces: EL GENERAL lázaro Cárdenas del Río, presidente que expropió a extranjeros, el petróleo que extraían de suelo mexicano, es decir, el petróleo mexicano, volvió a ser de los mexicanos, situación que hasta hoy día se “da”, ya que así se le puede encontrar en la Constitución Mexicana.
No obstante, el petróleo mexicano ha estado en la mira descarada para su venta al extranjero, desde tiempos presidenciales de Carlos Salina de Gortari, pero siempre han fracasado en su malsana intentona; veamos nombres: Ernesto Zedillo Ponce de León, del PRI, sucesor de CSG, no pudo; el boquiflojo panista de Vicente de Fox, tampoco pudo; Felipe Calderón Hinojosa, panista que también falló grotescamente en la aventura desastrosa para los mexicanos, pero el presidente actual, se ve decidido a vender PEMEX a empresas extranjeras, pues sabe que atrás de él, está Carlos Salinas de Gortari, con su inmensa fortuna que lo mantiene como uno de los hombres más ricos del mundo, pero que no se dice públicamente.
Al respecto, e dable evocar lo escrito en este espacio del pasado 21 de junio: El petróleo de México, de los mexicanos bien nacidos, está en la mira gubernamental de la Federación, para que pase a ser propiedad de otros países, mediante la llamada “Reforma Energética”, que no es otra cosa más qué “abrir las puertas de par en par” para qué empresas extranjeras inviertan dinero en la paraestatal que produce actualmente el hidrocarburo en mención: PEMEX. Con ello, de realizarse, estaría dándose el poder legal de ser propietarias a las empresas foráneas, que miran con “ojos de buitres”, la extracción de petróleo crudo de nuestro país; de esta forma maquiavélica, se estaría consumando la PRIVATIZACIÓN del petróleo, producto de la ansiada y ambicionada, reforma energética.
De todos nosotros, los de a pie, va a depender que sigamos siendo dueños del petróleo, de lo contrario, seremos “hombre al agua”…..HASTA LA PRÓXIMA.