MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** Pasar del voluntarismo a la organización

La tormenta tropical Manuel en su paso por Guerrero dejo caos y destrucción. Eso lo sabemos y lo admitimos todos. Luego entonces, la única manera de combatir esos daños, es mediante la coordinación y organización, a efecto de lograr la máxima eficacia posible, en bien, hay que decirlo, de los más afectados, y que gran parte de ellos, se quedaron prácticamente con nada.  Así es. Es bueno que los tres niveles de gobierno se encuentren sumados en la misma dirección, en estos momentos complicados que vive la entidad. La emergencia reclama de la unidad de todos, aunque algunos no lo han entendido así y prefieren buscar sacar raja política de la situación, pero sin ensuciarse los zapatos, ni enviando apoyos a los damnificados.
Es una lástima que se bloquee la autopista cuando es la vía por la que pueden circular los apoyos. Eso es un acto hasta criminal, por como están las cosas en Guerrero.    
Es inexplicable que otros actores políticos, como el mentado Peje, demanden al presidente del país una consulta popular para determinar el rumbo de la reforma energética, cuando en una entidad que le ha dado muchos votos al tabasqueño, no hay cabeza para pensar en eso, más que en cómo salir de la crisis y pasar al terreno de una reconstrucción, que sinceramente, será larga y gradual.
También es inexplicable que haya quienes plantean llevar a  juicio político al gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, cuando es evidente, que la entidad está viviendo la peor catástrofe de la historia, que los daños, difícilmente pueden ser atribuidos a un gobierno, que desde que asumió el poder, su máxima prioridad ha sido atender a los más desprotegidos. En cambio, como siempre suele suceder, los detractores del mandatario estatal lanzan señalamientos y críticas desde atrás de la barrera, mientras Aguirre Rivero anda en el lugar del desastre con la camiseta bien puesta.
Ante la contingencia, la actuación y coordinación del gobierno ha sido buena. Los esfuerzos no alcanzan para llegar a todos partes al mismo tiempo, porque desafortunadamente, estamos hablando de la tragedia más grande de la historia de Guerrero. Eso, algunos no lo han entendido o no lo quieren entender, porque así conviene a sus intereses mezquinos.
Por la magnitud del desastre y la enorme cantidad de localidades afectadas, en alrededor de 74 municipios, hoy la palabra clave, para llevar más ayuda a los damnificados, es organización. Existe generosidad y entrega de mucha gente que ha puesto el corazón en brindar ayuda. Muchos están dando tiempo y recursos para acompañar, en éste momento difícil, a los más afectados. El pueblo se merece un amplio reconocimiento. Hay muchos héroes anónimos que están trabajando. Lo único que haría falta, es darle un buen cauce a ese torrente de excelente voluntad.
Creo en el talento de la gente. Y creo también, que éste se hace más fuerte, cuando ha encontrado el cauce adecuado o correcto. El voluntarismo y entusiasmo no es la fórmula para combatir la crisis y el caos que dejo Manuel. Es necesario, como ya lo han comenzado a plantear algunas instituciones, entrar en un proceso de organización, a efecto de que la ayuda llegue a quienes tiene que llegar, no exista duplicidad y que se haga una programación para cubrir mejor las zonas afectadas.
La crisis de la tormenta nos sorprendió a todos. Se dio respuesta en función de esa situación de emergencia. Hoy, por el bien de los más afectados, y lograr una máxima eficacia en la entrega de los apoyos, es imperativa la organización. Esa es la cuestión.

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