DE ADICTO A ADICTO

Por Teo Luna
Quien tiene la información, tiene la curación

Con mi gratitud y mi amor a mi mujer Después de la tempestad, viene la calma Anoche, mi mujer regaló su testimonio, en una plática que se tituló AYER Y HOY de la Esposa de un Alcohólico dentro de la semana de unidad del Grupo Guerreros de Chihuahua y no hizo otro cosa más que recordar el infierno que le di, recordar mi compulsión y mis borracheras permanentes y prolongadas, habló de ella, de sus sentimientos y de sus emociones, de la vida que le tocó vivir al lado de un alcohólico, narrando las nefastas actitudes, los pleitos neuróticos, por supuesto, las golpizas, sin olvidar las humillaciones, ni la violencia doméstica, que como ella dijo.- Ernesto llegó, hasta dónde yo lo permití.- Y yo llegué, hasta donde él quiso que yo llegara.- Parecía, una película de terror, llena de dramas, sangre, lagrimas, llena de perdón, de volver a empezar y solo como los toros viejos, después de que me perdonaba, agarraba más vuelo y de nueva cuenta, otra vez a la vida incongruente que le di.- ¿De qué está hecha la mujer de un alcohólico? En mi caso, abusé de mi pareja, por principio de cuenta, mi celotipia infernal, obsesión que mata, unos celos enfermizos, patológicos, sicóticos, con acciones denigrantes, con un lenguaje ofensivo, denigrante, me volví loco con mis celos y le di una vida del demonio, llegué a bajarla de la camioneta, a dejarla sola en los bailes, en las discotecas, me di media vuelta y me largué lleno de ira, de rabia, mi mente enferma rompía con la armonía y la alegría de cualquier tipo de reunión, tenia, yo, actitudes infantiles, hacía berrinches, panchos y un sinfín de incongruencias, no podía controlar mi celotipia, no podía desactivar mi mente ni mi lengua, cometí muchas injusticias, como el violar sus derechos humanos, sus derechos constitucionales y su integridad de mujer, hoy, mi cambio es radical, mis celos se esfumaron, gracias a Dios aunque de repente, la loca de la azotea quiere que despierte mi celotipia infernal. Tormento apache El ambiente de un alcohólico, activo o seco, es un polvorín emocional, en aquella época, ella entraba y salida con maletas de mi casa, o yo la corría, con soberbia sobrada o ella se iba, recuerdo que ya ante abogados estábamos firmando el divorcio y luego, nos reconciliábamos, después a los tres meses, estábamos del chongo, con odio jarocho queriendo divorciarnos, así se fueron muchos años, entre pleitos y dramas, muchos de mis problemas fueron generados por mi manera de beber y de usar sustancias, más aún, por la neurosis de ambos, ahora, celebramos 21 años de novios y 20 de casados, no somos la pareja perfecta, pero vivir lo que vivimos, nada que ver, ahora, podemos soportarnos y llevar la fiesta en paz, a veces, en mi caso, la humildad, brilla por su ausencia, pero su sentido del humor hace que mis sentimientos cambien y volvamos a empezar. Todo lo que la droga me robó Yo lo tenía todo, familia, un buen trabajo, negocios, dinero, fama, imagen, todo lo que cualquier persona pueda aspirar, pero no me tenía a mí mismo, estaba muy enamorado de mi mujer, como lo estoy ahora, me gustaba lo que hacía, producir, conducir y dirigir mi programa de radio, La Voz de Chihuahua, involucraba día con día a más de 60 personas, entre corresponsales, reporteros, redactores, secretarias, operadores, locutores, conductores y colaboradores, segundo a segundo, hacíamos un radio vivo, creativo, emotivo, superamos los más altos niveles de audiencia, gozaba de credibilidad y fuerza periodística, pero la balanza se inclinó hacia abajo, no podía dejar de tomar, ingería una botella diaria de vodka desde las 6 de la mañana, combinaba el vodka con jugo de naranja y escondía el Pepsi cilindro en el depósito del wáter del baño, más cocaína, más morfina, más pastillas, más cigarros, hasta que la bomba explotó y me corrieron de la radio por irresponsable. Fondo tras fondo Toqué muchos fondos, algunos de ellos fueron recordados por mi esposa, anoche durante su compartimiento, tristemente, un borracho activo, un drogadicto consumado, un maniaco depresivo o una fármaco, duda de los fondos que regalas en un compartimiento y te creen, solo hasta que tocan sus propios fondos y solo así, comienzan a tocar conciencia de lo grave de esta enfermedad, en mi caso, fueron muchos fondos, quemé mi casa 4 veces, generaba que mis presuntos asesinos querían matarme y que se escondían en los ductos de los aires, sentí lo frio de la soledad, es una extraña emoción, sentirte solo, es un fondo fuerte para mí, claro que tuve accidentes de tránsito, me quedé sin dinero y lleno de deudas, me la pasé peleando con mi mujer casi todos los días por más de 7 largos años, la cocaína me descalcificó, la morfina me lesionó severamente el hígado, llegué a un centro de rehabilitación, un anexo, como vil teporocho, vil drogadicto, después de haber ocupado los estelares de la popularidad con La Voz de Chihuahua. Tiempo del tiempo Testimonios como el de anoche, son testimonios del alma, con el corazón en la mano, ella, mi mujer, regaló su experiencia, su amarga experiencia de La Esposa de un Alcohólico, regaló su honestidad al reconocer su enfermedad y sus actitudes, pero en especial, a mí me regaló una reflexión muy profunda, que ahora comprendo y afirmo que gracias a todo el sufrimiento, al dolor del pasado, tenemos lo que tenemos, ahora nada que ver con esos panchos, ni con el dormir de día, y de noche andar como loco buscando pruebas para confirmar mi celotipia, nada que ver, de aquel tipo sucio, con la autoestima baja, neurótico empedernido, macho mexicano, nada que ver con esos momentos violentos, ni con esa vida sin fundamento que un alcohólico le da a su familia. La borrachera seca En éstos 14 años y medio que me he mantenido limpio, doy por hecho, que el tiempo no es recuperación, precisamente anoche, alguien me decía.- Uyy, 14 años no son nada, yo tengo 25.- Para mí, no es competencia, es simplemente, una actitud diferente ante la vida y he visto caer a grandes padrinos con 25 años de abstinencia, no de sobriedad. He vivido la borrachera seca que es andar valiendo monjas, se lo que es la neurosis extrema, la insatisfacción, el estar de criticón o lleno de envidia, envenenado por el éxito de otros, me ha costado mucho trabajo luchar contra mi enfermedad, no tengo recaídas emocionales a pesar de la crisis o de cualquier problema económico o personal, no juego apapachando el consumir, he podido atascarme, emborracharme, pero se perfectamente bien que yo no puedo ni con media gota de alcohol, ni un poquito de cocaína, soy compulsivo y si empiezo no voy a parar hasta terminar en la tumba. Maldita enfermedad perversa del alma Me duele mucho escuchar las voces alcoholizadas, anestesiadas de un buen número de personas que diariamente me hablan, prometiendo que van a dejar de consumir, que van a ir a juntas de AA, recibo cualquier llamada y tengo la tolerancia de escuchar, me encuentro con borrachitos o heroinómanos que me piden ayuda y les digo.- Órale, vamos a un centro.- No padrino, dame una semana más y te prometo que solito voy.- He visto caer a muchos, soy testigo de infinidad de divorcios por maridos infieles, enfermos, palpo la enfermedad en las niñas marihuanas, en los adictos, en las madres de los enfermos, sufro con ese dolor, el de ellos, que también es el mío, atiendo cada correo que me llega y con atención respondo, me siento útil sirviendo a los demás y demostrar que sí se puede y en la medida en que lo recuerde, lo escriba, lo trascienda, en ésta medida le pongo candados a mi recuperación para no recaer, doy lo mejor de mí a quien me lo pide y éste espacio, es más que generoso, llegar a tus manos, gentil lector, me pone muy bien y más cuando me haces el favor de escribirme.- Hoy no tengo todo lo que quiero, pero quiero todo lo que tengo.- Se feliz, la vida se vive solamente una vez.- Sonríe.-

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