LA RUEDA DE LA FORTUNA

Por Alfredo Sarabia
1984: Dramática historia vivida en la UAG. (1 de 3 partes)

En el año de 1984, la comunidad universitaria de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), vivió uno de los episodios más tristes y más amargos de su vida institucional de que se tengan memoria. Tenía la UAG, apenas 11 años de vida democrática en la Universidad. 11 años de vida académica, independiente del PRI y de elegir con los votos de la comunidad universitaria guerrerense, al rector, y por tanto, de practicar una política diferente a la que se venía desarrollando allí, desde que esta se iniciara. Aparentemente, la causa de la peliaguda y delicada situación descrita, fue la retención del subsidio federal con el que la UAG, logra su esencia orgánica sustantiva de ser: Enseñanza, Extensión y Difusión. Con ello, el gobierno federal cortó de tajo todas las posibilidades de que la Universidad en mención, recibiera el dinero que por ley constitucional, está obligado a entregar. Obviamente, que este espinoso asunto, representó un grave retroceso en la vida institucional de la UAG. Con esta dura medida, el gobierno federal, representado por el priista Jesús Reyes Heroles, como titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), pretendía una vez más, doblegar políticamente a la Alma Mater guerrerense, someterla políticamente, como la tenían antes de la llegada a Rectoría, de Rosalío Wences Reza, en 1973. Esta acción ruin, alevosa y dictadora, ocurrió en las postrimerías del periodo rectoríl de Enrique González Ruíz, y por poco y lo logra, pues al no tener dinero la Universidad, las actividades esenciales que venía desarrollando esta institución de Enseñanza Superior, se “desmoronarían”. Con esa lógica pura y autoritaria, actuó el gobierno federal, pero las cosas no funcionaron según el diseño gubernamental, porqué no contaron con la resistencia de la gran mayoría de sus trabajadores y estudiantes que se venían desempeñando en la UAG. Es dable decir, de que al inicio del citado año, los trabajadores académicos y administrativos y de intendencia, como es obvio, esperaban con ansias y esperanzas, el pago de la primera quincena de enero, pues venían desgastados de las fiestas navideñas anteriores; pero se llegó la fecha del pago, y nada, pero aún había la esperanza de que el citado pago se realizara en los días posteriores de la 1ª quincena en mención, pues de alguna manera, así era la costumbre, sin embargo, transcurrieron los días esperados, y nada novedoso ocurrió. Nunca se imaginaron la tormenta y huracán que se les venía encima en los próximos doce meses, pues la información al respecto, del no recibimiento del subsidio a largo plazo, o era un secreto de las autoridades de la UAG, o bien, tampoco estas sabían del vendaval económico puesto en marcha por el gobierno federal, de manera que los pensamientos ingenuos del sector universitario desfavorecido, fluyeron inexpertamente. No obstante, después de la primera decepción económica, la atención de los trabajadores académicos, administrativos y de intendencia y demás asalariados universitarios, se centró en la 2ª quincena de enero, con la esperanza de recibir el ansiado pago, pero pasó igual, no hubo pago salarial alguno…(CONTINUARÁ).

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