MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** Congreso en lista de damnificados

El retraso que presenta la tan anunciada Nueva Constitución del Estado, es una muestra clara de la falta de acuerdos y liderazgo al seno del Congreso de Guerrero. No se puede entender de otra manera. Es evidente que la agenda en común no existe. Y si la hay, debe estar guardada cerca de un cesto de basura. Porque en todo caso, lo que prevalece son los intereses y conveniencias políticas. Así es. Los diputados no concretaron el proyecto de nueva constitución en la fecha que se habían propuesto. Mucho menos, aprobarla en el marco del Bicentenario de la instalación del Primer Congreso de Anáhuac. Se culpó en gran parte al Movimiento Cetegista del rezago. Y se habría anunciado la intención de sacarla para el aniversario de la erección del Estado de Guerrero. Lo cual, como ya se ha dicho, no va a suceder, culpando, en parte de ello, a la tormenta Manuel, puesto que ahora los diputados estarán dizque bien metidos en el proceso de reconstrucción. Y parte de la excusa, también incluye la falta de acuerdos entre las diferentes fuerzas políticas, que no coinciden, entre otros temas, en el asunto de los diputados plurinominales, ya que la disminución de éstos, dejaría más familias damnificadas. Y lo que es peor, el estado y sus habitantes se privaría del talento de estos políticos que dejan todo para sacrificarse en bien del pueblo. Solo falta, que ante la gran satisfacción que hay en la gente por el trabajo de sus diputados, en lugar de disminuir el número, éste se aumente, para dar chamba a más políticos talentosos, que faltan a sesiones, se olvidan de sus representados, no suben a tribuna, votan sistemáticamente, no generan propuestas, entre otras tantas grandiosas actividades. Efectivamente, nadie debe ser indiferente ante el desastre que se vive en Guerrero. El Congreso ha tomado cartas en el asunto. Y lo ha hecho, declarándose en los hechos como damnificado, y por ende, no saldrá la nueva constitución hasta nuevo aviso. Sus diputados se avocarán a las tareas de reconstrucción. Estaría bien que éstas iniciarán desde el seno del mismo poder legislativo, en donde no se ve un liderazgo firme y el barco parece ir a la deriva, sobresaliendo en algunas ocasiones, los esfuerzos aislados y personales. Especialmente de aquellos diputados que tienen su mirada depositada en el 2015. Es cierto. El congreso necesita dedicarse a las tareas de reconstrucción. Pero no solamente a la de los daños que provocó la tormenta Manuel por todo el suelo Guerrerense. Sino a los internos. Esos que todavía ponen a los diputados en lo más alto de las listas de popularidad, ya sea por su negligencia, irresponsabilidad y falta de compromiso social. Esa reconstrucción pasa por recuperar la autoridad y calidad moral para llevar la batuta del orden y buen gobierno. Lo que es un sueño muy bonito para que algún día se cristalice, en razón, de que son los intereses políticos los que prevalecen. Hace tiempo que las instituciones de Guerrero son damnificadas a causa de la corrupción, ineficacia, irresponsabilidad, falta de transparencia, entre otras tormentas, que no han cesado de caerles encima. El pueblo padece y paga por la inacción de sus diputados. Y más aún, cuando el capitán del barco, solamente lo es de dicho, y no parece serlo de hecho. Esa es la cuestión.

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