MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** Peña y Aguirre, cambiar el rostro a Guerrero, aprovechando la crisis

Las situaciones complicadas pueden convertirse en los mejores momentos de la vida, siempre y cuando, exista la voluntad de aprender de éstas. Saber darles lectura e ir hacia adelante para construir un rumbo diferente. En ese sentido, el desastre provocado por la tormenta tropical Manuel, ha sido tomado por el presidente del país, Enrique Peña Nieto, y el Gobernador Ángel Aguirre Rivero, como una oportunidad magnífica para cambiar el rostro al estado de Guerrero. No se habla solamente de reconstrucción, si no de dar otra imagen a la entidad suriana. Mejor a la que tenía antes de la tragedia. Así es. Existen momentos claves en la vida del ser humano.
 En los libros escritos por Robin Sharma, cuya serie más leída es la que inicia con “el monje que vendió su Ferrari”, la metamorfosis y transformación del personaje central: Julián Mantle, se deriva de un momento crítico y justo cuando aparentemente se encontraba en la cima del éxito profesional. Un infarto le cambió la vida. Eso lo llevo a buscar y encontrar su verdadero destino. No dilapidó la oportunidad que la vida le puso enfrente. Cuestiones de ese tipo suceden a diario en el planeta. La diferencia estriba, en que no todos los seres humanos tenemos la capacidad para dar una buena lectura a los acontecimientos que nos suceden o situaciones que se nos plantean. En la mayoría de los casos, debemos decirlo, ante la falta de inteligencias: intrapersonal y emocional, se desaprovechan esas grandiosas oportunidades para crecer. En el ámbito social, las situaciones que suceden, también representan grandes oportunidades para crecer y mejorar. Tal y como hoy sucede con el desastre generado por la Tormenta Manuel, que ha dejado un saldo impresionante de destrucción en la entidad suriana, y que según las autoridades, en condiciones normales se tardarían más de diez años para reconstruir. Afortunadamente, hoy se habla de la suma de esfuerzos entre el presidente del país, Enrique Peña, y el gobernador Ángel Aguirre, para meterle todo el brazo y salir pronto de la situación de crisis, comenzando por atender el problema alimentario y otras necesidades básicas, hasta llegar a la construcción de las más de 10 mil nuevas casas que se requieren para las familias que fueron más afectadas. Para este efecto el comité de reconstrucción ya está en marcha. Presidente y gobernador se reúnen constantemente para ir dando fluidez a los apoyos y evaluar los avances que se van registrando. Lo sobresaliente del asunto, es que no solamente hablan de levantar lo que se cayó o de reubicar lo que ya no debe estar en zonas de alto riesgo. Sino de aprovechar el momento histórico para dar un giro importante a la vida de los guerrerenses. El Presidente Peña Nieto ha prometido entregar un Guerrero con un rostro diferente al que tenía antes del desastre provocado por Manuel. O sea, que su mentalidad está depositada en aprovechar la oportunidad para hacer un acto de justicia social a los más pobres de la entidad suriana, ya que eso significa, que la mano de su gobierno se verá en los diferentes ámbitos del desarrollo. En pocas palabras, la inversión debe valer la pena. A eso también apuesta el Gobernador Ángel Aguirre Rivero, quien mucho antes de la contingencia, ya había anunciado una mayor cantidad de recursos de su gobierno para trabajar en contra de la pobreza. Hoy, las circunstancias le dicen que no estaba herrado. Y se abre la oportunidad, de que con el respaldo de la federación, se capitalice la crisis, dando un rostro diferente a la entidad y con mejores oportunidades para las nuevas generaciones. Porque esa es la mejor manera, de sacar provecho a las enseñanzas que ha dejado la Tormenta Manuel. Esa es la cuestión.