OPINION

Por Manuel Tello Zapata
Importante reunión de trabajo

El Gobernador del Estado, Ángel Aguirre Rivero, pronunció ayer en Acapulco lo que puede ser su discurso más emotivo y conmovedor, ante el Presidente Enrique Peña Nieto, los principales funcionarios del gobierno federal y sociedad civil, así como miembros del gabinete aguirrista. Lo anterior sucedió durante la reunión para la evaluación de un mes de trabajo en Guerrero, con motivo del desastre natural que nos dejaron los huracanes Manuel e Ingrid. Tanto el Presidente Peña Nieto como Aguirre Rivero informaron sobre la dimensión real de los daños. Se necesitan por lo menos 18 mil millones de pesos para la reconstrucción de carreteras, casas, puentes, etc., y seguramente va a ser insuficiente cuando se avance en los trabajos. Pero Peña Nieto manifestó su plena disposición para atender personalmente el proceso.
El gobernador señaló textualmente: “Los miembros del Ejército Mexicano, la Marina y miles de mexicanos provenientes de otras entidades, se hermanaron a miles de guerrerenses; unieron sus esfuerzos rescatando de los techos de sus casas a cientos de personas cuando el agua destruyó no solo sus viviendas, su patrimonio, sino también echó abajo sus esperanzas, sus ilusiones, su futuro. Hubo quienes lo perdieron todo y otros perdieron también a los suyos. A ellos aún les embarga la tristeza, el dolor. A ellos desde aquí les expresamos una vez más nuestro respeto, solidaridad y les deseamos pronta resignación”. Aguirre Rivero dedicó un espacio especial a los grandes héroes oficiales de esta contienda: “no podría continuar mi discurso sin dejar de reconocer a dos instituciones ejemplares de nuestro país: mi reconocimiento y gratitud perenne para el Ejército Mexicano y la Marina Armada de México”. No faltó desde luego, el reconocimiento para la labor que ha hecho la figura presidencial. Reconoció que desde el inicio del desastre contamos con la presencia siempre necesaria y gratificante de Enrique Peña Nieto, quien estableció su Centro Nacional de Operaciones en Acapulco y lo hizo porque sabía que el problema en Guerrero era muy superior al resto del país. Peña nieto, abundó el Gobernador, nunca lo hizo desde la comodidad de su escritorio sino en los lugares de mayor contingencia para sentir en carne propia los quebrantos de su pueblo. “Nunca habíamos tenido en tan poco tiempo la visita reiterada, solícita y pertinaz de un Presidente de la República, de su esposa, de los miembros del gabinete, todos actuando comprometidos con la causa del pueblo de Guerrero”. También hizo un reconocimiento especial y cálido para la Titular de Sedesol, Rosario Robles; a Miguel Osorio Chong (Gobernación); Gerardo Ruiz Esparza (SCT); David korenfeld (CONAGUA), etc., por el espléndido trabajo que han realizado, supervisando personalmente las zonas siniestradas y atendiendo a la gente con sensibilidad y buen trato. Destacó que los guerrerenses demostramos una vez más a propios y extraños que somos grandes, que somos un pueblo valeroso, heroico, leal; que somos mucho más que nuestros obstáculos y mayores a nuestra resistencia. El evento llamado reunión para la reactivación Económica del Estado de Guerrero, tuvo como principal objetivo la emisión del decreto que crea el Consejo para la Restauración de Guerrero, cuyos miembros tendrán la gran responsabilidad de vigilar que los recursos se apliquen con transparencia y que las obras se construyan con calidad y eficiencia. A la reunión de trabajo asistió el Presidente Municipal de Chilpancingo Mario Moreno Arcos, quien como señalamos ayer, festejó su cumpleaños trabajando. El alcalde capitalino dialogó por espacio de cinco minutos con el Presidente Peña Nieto y de acuerdo al mismo Mario, resultó muy positiva esta charla por lo que le señaló el ejecutivo federal, en lo relativo a la reconstrucción de Chilpancingo.

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