MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** Elección histórica en SUSPEG
Cerca de 16 mil trabajadores fueron a las urnas para expresar su apoyo al ahora Secretario General Electo del SUSPEG, Adolfo Calderón Nava. Una cifra histórica en la vida democrática de esa organización sindical. Se habla de que superó todas las expectativas. Y que inclusive, hay que decirlo, ha impuesto un record de votación, para asumir el encargo que ostentará a partir del próximo 16 de diciembre, fecha en que el Honorable Congreso General le habrá de tomar la protesta de ley.
Así es. El aún dirigente estatal, David Guzmán Sagredo, definió el proceso electoral del SUSPEG como histórico. Eran las ocho de la noche con 15 minutos, del 29 de noviembre, cuando el auditorio de la organización sindical servía de escenario para la entrega de la constancia que acredita hoy a Adolfo Calderón Nava como Secretario General Electo. Ante ese escenario, Guzmán Sagredo lucía profundamente emocionado. ¿Cómo no había de estarlo? Si uno de sus principales objetivos habría sido resarcir todas las heridas generadas hace cuatro años e impulsar la unidad, misma, que ahora se veía concretizada con una candidatura única y una votación histórica.
Cuando se refirió a Adolfo Calderón, después de recalcar la noche histórica que se estaba viviendo en el SUSPEG, dijo que durante el proceso electoral siempre estuvo a la altura de todas las circunstancias y que con mucha responsabilidad recorrió el estado para hablar cara a cara con los trabajadores. Evidentemente, valoró el que no haya hecho confianza, ni echado a la hamaca a descansar.
Que por el contrario, los amplios consensos lo hubiesen motivado para hacer una campaña más intensa.
Si existe una frase para describir la emoción que mostraba Guzmán Sagredo, está debería ser: “sumamente satisfecho”. Había muchas razones para esto. Por un lado la consolidación de un proyecto de unidad. Y por el otro una votación histórica, sin la injerencia de manos externas. Y de hecho, ese trabajo fino con la parte patronal le fue reconocido al aún líder del SUSPEG por parte de Adolfo Calderón Nava, quien reconoció su habilidad política para evitar la intromisión de intereses ajenos, lo que arrancó una carretada de aplausos en el auditorio, que lucía lleno de secretarios seccionales y representantes, así como delegados y miembros del Congreso General.
La mayor ovación, como era de esperarse, se la llevo Adolfo Calderón Nava, cuando recibió la constancia que lo acredita como Secretario General Electo. Mayor euforia hubo cuando se anunció una votación que se acercaba a los 16 mil votos. Ha puesto el listón demasiado alto para los siguientes procesos electorales. Habría que revisar los datos, pero hasta donde sabemos, siempre acuden a votar entre 13 y 15 mil trabajadores en éste tipo de procesos electorales. Lo que significa, que habría logrado convencer a todos los que normalmente participan ejerciendo su derecho al voto. Las encuestas marcaban que tenía alrededor de 8 de cada 10 posibles votos, y el restante 20% se veía como el sector poco participativo del sindicato. Los pronósticos se cumplieron. El saldo es histórico y entrará por la puerta grande al SUSPEG.
Otro punto valioso de esa noche histórica, fueron las primeras palabras de Adolfo Calderón Nava, tras recibir la constancia. Un discurso con sello de humildad. Agradeció a Dios, su familia y a todos los actores políticos del sindicato, incluido a su equipo de campaña, en donde por cierto, hizo un buen trabajo David Martínez Mastache.
Con los pies bien puestos en la tierra, Adolfo Calderón reconoció el apoyo de todos y dijo que el triunfo era de todos. Y selló su compromiso de trabajar de manera responsable, con un comité que sirvan de tiempo completo. En donde no haya un gramo de soberbia. Esa es la cuestión.

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