FORO POLITICO

Por Salomón García Gálvez
Cónclave de políticos del PRI y PRD
¿Qué pacto en lo “oscurito” signaron ayer el ex mandatario estatal Rubén Figueroa Alcocer, con tres aspirantes a la candidatura a gobernador de Guerrero –Mario Moreno Arcos, Cuauhtémoc Salgado Romero y Sofío Ramírez Hernández-, en una reunión-desayuno, en conocido restaurante del sur de la capital del estado? Resultó mucha “coincidencia” que  en Chilpancingo un grupo de políticos se reunieran para “desayunar” no sólo los mencionados sino también el diputado Rubén Figueroa Smutny y como invitado el legislador Omar Jalil Flores Majul. Provoca suspicacia y hasta sorpresa la presencia del senador perredista Sofío Ramírez Hernández, dialogando con el ex gobernador Figueroa Alcocer, dueño de la franquicia del PRI en Guerrero. ¿Regresará al PRI, Sofío?


Una de las lecturas que se puede dar a dicha reunión es que probablemente varios de los diputados –locales y federales perredistas- pudieran retornar al PRI y también el senador de dicho partido, Sofío Ramírez Hernández. La presencia del líder estatal del tricolor, Cuauhtémoc Salgado Romero, en ese “cónclave” es indicador y también lectura política.
Casi ya no resulta sorprendente que los políticos se reciclen conforme lo marcan los tiempos y de acuerdo a las circunstancias y los escenarios. Un político puede acostarse y dormir con pijama en colores verde o rojo, y amanecer, azul y amarillo. ¿Esto, es la prostitución de la política? Así le llaman ahora al cambio de chaqueta.
Tras la reunión de políticos del grupo figueroista donde participó el senador Ramírez Hernández, las bromas con “jiribilla” se dejaron soltar, entre los aspirantes a la candidatura –por el PRI- a la gubernatura, Mario Moreno Arcos y Cuauhtémoc Salgado Romero.
Por un lado, entre risas, el líder estar del PRI, Salgado Romero, decía que Mario Moreno “ya le había dado su respaldo para la candidatura”.
Lo mismo comentaba Mario Moreno: Que Cuauhtémoc Salgado, “había declinado a su favor por la candidatura a gobernador”.
Lo anterior, son trascendidos filtrados hacia el exterior del restaurante La Mansión, donde se llevó a cabo la reunión en “lo oscurito”, sin la presencia de Héctor Astudillo ni de Manuel Añorve, y menos del delegado regional nacional priista, René Juárez.
Como puede advertirse, el año 2014 será para que los partidos y los políticos –aspirantes y líderes- se preparen para la contienda que se avecina; para que hagan sus amarres, sus acuerdos y pactos, abiertos y en lo oscurito. También el 2014, será para destruir, eliminar o hacer a un lado al enemigo. La guerra será cruenta entre los políticos. El fin justifica los medios, dirían.
La sucesión del 2015 será inédita para la vida política de Guerrero. No se descarta que el PRI y el PRD hagan alianza coyuntural en ciertas plazas y sólo para ciertas candidaturas a presidentes municipales, diputaciones o alcaldías. Por la gubernatura, quien sabe, pero todo puede ocurrir; en política, nada está escrito.
Una alianza PRD-PRI, pudiera ocurrir en Chilpancingo donde el diputado federal Jorge Salgado Parra, es el puntero en todas las encuestas y sondeos de opinión -3-1- por encima de sus posibles adversarios, incluso del mismo partido que lo llevó a ocupar una curul en el Palacio Legislativo de San Lázaro en la capital del país.
La reunión de ayer donde estuvo el ex gobernador Figueroa Alcocer, también tiene su lectura negativa: este grupo político, perdió mucha fuerza y presencia en Guerrero; arrastra muchos negativos y está muy defenestrado en el estado.
Por eso, su “jefe de jefes” –RFA- anda coqueteando con todos los aspirantes. Lo que no deben olvidar estos políticos, es que los caciques no pierden su caduco estilo: sólo quieren vasallos, esbirros y achichincles, obedientes y sumisos. Repudian a los inteligentes, pensantes y los rebeldes. Éstos, no les sirven.
Sin embargo, Figueroa Alcocer, no se raja: A toda costa, pretende que su júnior, Rubén Figueroa Smutny sea candidato priista a la alcaldía de Acapulco, a pesar de que este legislador no cuenta con base social, arrastre entre las multitudes y carezca de oficio político y trabajo que se requiere para tal empresa en el puerto.
El veterano ex gobernador y cacique priista está empecinado en que su “cachorro” debe ser alcalde de Acapulco aunque la gente del puerto no lo quiera y menos el electorado. Una verdadera encuesta revelaría el grado de opinión y calificación que le haría la ciudadanía a los políticos de todos los colores que aspiran quedarse con la “joya de la corona”: la alcaldía de Acapulco… Punto.

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