MEMORÁNDUM

Gerardo Ruano Cástulo
*** La suerte está echada… ¿Que caerá la moneda?
 Las apuestas ya están sobre la mesa. Para el presidente del país, Enrique Peña Nieto, las reformas realizadas en 2013 constituyen la base para que México levante el vuelo en éste nuevo año, 2014. En tanto, para sus detractores, los próximos 365 días serán de pesadilla para los mexicanos, en razón de la supuesta carga pesada de nuevos impuestos y la apertura que habrá para los inversionistas en cuanto a la explotación de los recursos energéticos.
Lo que pase en 2014, será, hay que decirlo, importante para definir la ruta que tomarán los movimientos políticos en la ruta de las elecciones de 2015. El estado de Guerrero no escapa a esta situación. Así es. Las reformas ya están aprobadas. El presidente Peña Nieto y el grupo hegemónico que le respalda han dado un paso importante en el camino que se han trazado. Lejos de quedarse cruzados de brazos y dejar las cosas en el lugar que estaban, han apostado a meter mano en temas de mucha trascendencia para el país: educación, hacienda y energía. La decisión del gobierno peñista se puede calificar como valiente. Han decidido apostar en grande. Eso lo saben sus detractores. Por eso sus esperanzas máximas estarían depositadas en el fracaso de las reformas, que en resumidas cuentas, de ser así, acabarían por golpear aún más a millones de mexicanos. Dadas las condiciones en que recibió el país, era necesario que el presidente tomara cartas en el asunto lo más pronto posible. Así lo ha hecho. El punto es, que en los próximos meses, ya en la práctica, se verá si éstas fueron o no las mejores decisiones. Y de hecho, ese saldo puede ser crucial en la ruta de los comicios del 2015. Si las cosas mejoran en México, en razón de las reformas emprendidas por el Presidente Peña Nieto, el PRI se fortalecerá y se afianzará como la primera fuerza política del país. Caso contrario, si las reformas afectan y no generan los cambios esperados, el gobierno peñista no la pasará nada bien y sus detractores se frotarán las manos para abordar el barco que los conduzca a ganar más espacios en las elecciones del primer domingo del mes de julio en 2015. A éste escenario no escapa el estado de Guerrero. Si el Peñismo se fortalece, las posibilidades del PRI por regresar a la gubernatura en 2015 se incrementarían. Sus bonos están en buen nivel y cuenta con cuadros que tienen los merecimientos para asumir la candidatura, entre ellos, el alcalde de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos, y el diputado local, Héctor Astudillo Flores. En sentido contrario, si las cosas no le resultan al presidente Peña Nieto, siendo Guerrero el estado más perredista del país, las puertas se abrirían para un tercer triunfo consecutivo de ese Instituto político en la entidad. Aunque la carta bajo el brazo del PRI, también podría pasar por el proceso de reconstrucción, ante los desastres provocados por la tormenta Manuel en septiembre de 2013, luego de los montos millonarios que llegarán desde la federación, y que de impactar positivamente, podrían dejar una grata sensación en los habitantes a favor de los gobiernos priístas. El caso es, que la suerte ya está echada. El año 2014, ante las reformas, será el momento decisivo que podría definir el futuro del peñismo y del mismo PRI en el país. Esa es la cuestión.

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