(Raúl Román Román)
Bajo el nocturnal de la luna ya plateada
que viste de amor la eterna noche
se va disipando la negrura
de un manto que enamora y que enternece,
en medio de la bóveda celeste
estrellada y por luceros, tachonada
como hierba de primavera en la floresta
como verano perenne jubiloso
que lleva su gran belleza extasiado
de risas, de llantos y alegrías
de sueños, nostalgias y poesías
de pasado hermoso y placentero
de presentes que se vuelven trovadores
acaso como lluvia en el otoño
del sueño que decide regresar
deseando detener, por siempre, el tiempo
por la niñez que vivió en la ternura,
por la madre que vela por un beso,
por el padre que suspira en su silencio,
por un corazón guardado en el regazo
con sonrisas y plazos inacabados
por promesas que cumplen su dulzura
al contemplar embelesadas tu figura
como el amor que asoma adolescente
recargados de besos y venturas
deseando amanecer siempre a tu lado
en medio de los sonidos del silencio
con tus ojos de cielo en el invierno
disfrutando eternamente mi locura,
como se adora el amanecer del nuevo día
como se admira la figura maternal
y se entrega el corazón sin condiciones
como se quiere el alma angelical
de la tarde que cierra sus balcones,
la vida siempre agrega su alegría
a la risa infantil de la esperanza
como lleva el cristal del agua, el río
la noble razón de la existencia
como un acto de amor en la balanza
que inclina su aguja hacia la urgencia
de adorar el brillo de tus ojos
renunciando al aire que respiro
anunciando la miel en el estío
de tu pelo, de tu boca y una rosa
que respire la calma de mi alma
como trigo enfebrecido entre el viento,
que pasea sus espigas libertarias
de banderas lapidarias antiyanquis
que enuncian la verdad de sus palabras
girando y gritando los reclamos
del ¡patria o muerte! eternamente guevarianos
por los patrios pendones libertarios
que aborrecen la guerra aniquilante
por la soberbia, el orgullo y el oro negro
que asesina al hermano por su hermano
que aniquila la faz del firmamento
para saltar sobre el muro ignominioso
de la maldita ambición y la violencia
hacia el paraíso terrenal de la conciencia
que mueve montañas bíblicas de versos
que acompañan la paz de la fraternidad
como cofre del tesoro familiar
que guarda los recuerdos de tu vida
como mieles de panal que me embelesan
como pájaros en vuelos siderales
con plumas hermosas de colores
que matizan de oro los cristales
que refulgen en las paredes de mi alma
como peces en mares que profesan
la perfecta construcción del universo
bajo el nocturnal de la luna ya plateada
que viste de amor la eterna
noche.
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