MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** La imagen del director de la prepa uno
Dentro de la imagen pública es vital contar con una buena reputación. Y si hablamos de la filosofía del éxito, es importante mantener la buena fama. Un error, puede echar por la borda algún proyecto. Lo anterior viene a colación, ante el proceso electoral, que se vive en la Preparatoria número uno de la UAGro, en donde la pasión parece uno de los principales ingredientes, y el actor que se ha llevado las luminarias es su director. Eso no es una buena señal.

Así es. La buena imagen o reputación es una joya confeccionada con el más fino de los cristales. Luce grandiosa cuando ésta se ha cuidado y mantenido. Pero al más pequeño de los errores, ésta se hace pedazos. Difícilmente se vuelve a reparar, aunque se hagan miles de esfuerzos para unir sus partes, ya no vuelve a ser la misma joya esplendorosa.
Al margen de la pasión que despierta un proceso electoral, y todas las posibles aclaraciones que pueda hacer el director de la prepa uno, Jorge Ángeles Manzo, es claro que el día de los registros se llevo la tarde. Lo que no suena nada bien, porque al final de cuentas, en su papel de autoridad, se supone que él debe ser el principal interesado en que el proceso trascurra de la mejor manera. Que durante los actos de proselitismo no haya presiones, chantajes y ofertas de calificaciones hacia los alumnos, ni muchos menos, actos que generen una mala imagen de la unidad académica.
Suponiendo que el director, como una parte lo afirma, tiene su preferencia por uno de los candidatos, creo que al llevarse la tarde, sin proponérselo, bien pudo haber afectado a su posible candidato. Y lo pudo haber hecho, porque una regla del liderazgo, que en lo particular considero, como de oro, es que un líder debe saber desaparecer. El alma de una campaña, como saben los que se dedican a esas cosas, es el candidato. Y en éste caso, no debiera ser el director.  
Suponiendo que había enconos y diferencias por la postura del director de apoyar otro proyecto, es obvio que lo ideal habría sido que guardara su sana distancia de los registros, a efecto de no caer en provocaciones o entrar en polémicas estériles. Ese, por donde se vea, fue un yerro enorme. Y tan lo es, que su participación en el evento fue lo que más trascendió en los medios, ante un supuesto altercado y la ahora famosa supuesta “Manzo señal”, que por cierto, llegó hasta la red social de facebook.
Por cierto, esa dichosa señal, en su momento fue patentada por el priísta Roque Villanueva, luego de que se aprobara el incremento del IVA a los mexicanos. Ese fue el principio de la debacle del PRI.  
Después de lo acontecido, el director podrá hacer muchas aclaraciones. Sin embargo, el daño está hecho. Su imagen ha sido golpeada. Y de paso, puede que también haya puesto en riesgo el proyecto de su supuesto candidato. Los errores políticos tienen un costo.
Ahora bien, lo que tal vez subyace en el fondo de ésta situación, son los números que fluyen de las encuestas que se han hecho en la unidad académica, en donde aparece bien posicionada una maestra de nombre Bianca Torres, quien por cierto, ayer en una carta aclaratoria, externó su posición con relación a los hechos registrados el día del registro y sobre la actuación del director.
Sea lo que sea. El punto es, que el director se ha llevado los reflectores. Para mal. Pero así ha sido. Esa es la cuestión.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario