MEMORÁNDUM

Por Gerardo Ruano Cástulo
*** ¿Qué pasa con las becas de Excelencia?
El alcalde de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos, entregó becas a los niños destacados del municipio, por medio del programa “estímulos a la educación básica”. El rector de la Universidad Autónoma de Guerrero, por sus siglas UAGro, Javier Saldaña Almazán, hizo lo propio, para incentivar el espíritu científico de la investigación en 570 universitarios. Ante eso, la pregunta obligada es: ¿Qué pasa con las llamadas becas de excelencia del Gobierno del Estado?

Así es. Los estímulos a la educación o becas son una buena herramienta para incentivar a los niños, adolescentes y jóvenes que se esfuerzan por estudiar en aras de ser mejores cada día. Tal vez, en lo personal no coincida con el programa educativo de competencias y supuestas expectativas, y mucho menos con la decretada escala de calificaciones. Si comparto que el esfuerzo debe ser recompensado. Y debe ser así, porque el camino hacia el éxito no es sencillo. Y la diferencia entre los que ponen lo mejor de sí, con aquellos que se echan en el sofá, se debe ver vista reflejada en los hechos.   
Cuando se abre un programa de becas que se denomina de excelencia, se entiende que va enfocado a premiar y estimular a quienes tienen una conducta ejemplar y el objetivo de mantenerse en el cuadro de  honor de sus escuelas. Se establece un parámetro de calificación mínima, que por lo general va del 8 al 10, y en los casos de mayor exigencia como mínimo nueve. Lo que habla, de que se incluye a los mejores estudiantes, a quienes se supone, se debería de dar un trato digno, luego de que éstos son hasta ejemplo en sus escuelas.
Por eso es cuestionable lo que pasa con el programa de becas de excelencia del gobierno del Estado. Algo debiera hacer ahí el Gobernador Ángel Aguirre Rivero, cuya imagen no tiene ninguna necesidad de quedar mal ante los niños, adolescentes y jóvenes, que padecen ante la falta de transparencia del programa, comenzando por las cantidades que les pagan, y acabando con la programación de los pagos, que nunca como antes había sido tan deficiente.
Una sola probadita de esto, se puede ver en la página de facebook de Becas de Excelencia, en donde lo que predomina son las quejas, la inconformidad y el malestar de quienes siguen en la espera del pago, y que a lo mejor, sea el mismo Gobernador quien meta mano ahí, para que los estudiantes de excelencia reciban un trato como tales.
El alcalde capitalino ya pagó a los niños aplicados de Chilpancingo. El rector acaba de entregar becas a jóvenes que tienen el espíritu de la investigación científica. Y es lamentable, que en ese marco, las llamadas becas de excelencia no lleguen a los mejores estudiantes de la entidad. Lo peor del caso, es que éste hecho, desnuda la ineficacia del programa y despierta las dudas sobre el manejo del mismo. No olvidar aquí, que existe una falta total de transparencia, para con los becarios, sobre los montos reales que habrán de cobrar. Ni hablemos de los plazos, en los que también existen demasiadas dudas.
El programa de becas de Excelencia, no es lo que mejor se encuentre caminando en la administración Aguirrista. Lo malo del caso, es que el mensaje que se envía a la sociedad, es que se minimiza el valor del esfuerzo de los becarios, y que muy poco importa estimular a los mejores estudiantes, rebajando esto a un simple y mezquino apoyo. Se pierde la esencia. Esa es la cuestión.

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