Elevar a rango constitucional de primera prioridad la producción de alimentos en México: Sebastián de la Rosa


México, D.F., 02-07-2014- Para proteger al campo de los efectos negativos de la reforma energética, como el despojo de tierras y la afectación del medio ambiente, el diputado federal Sebastián de la Rosa planteó elevar a rango constitucional y de primera prioridad la producción de alimentos en México, equiparando su carácter con el de la exploración y extracción de petróleo, y la generación de energías, consideradas de interés social y de orden público a partir de la reforma energética de diciembre pasado.


En reunión de las coordinaciones del Área Rural y de Desarrollo Económico  del Grupo Parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados, el diputado guerrerense urgió a sus compañeros a impulsar una reforma al artículo 27 que eleve al rango de interés social y de orden público la actividad agropecuaria, tal y como se le dio a la actividad petrolera y eléctrica.
Con este candado, dijo el diputado De la Rosa, será posible preservar las extensiones de tierra que actualmente son usadas para la producción de alimentos, para que no puedan ser sujetas de expropiación para exploración y extracción de petróleo o la generación de energía eléctrica.
El legislador guerrerense desde el inicio de su gestión, ha pugnado por que se sustituya el esquema de importaciones por el de la producción agropecuaria, forestal e industrial en territorio nacional. Su primera iniciativa de ley es precisamente para implementar un nuevo modelo de desarrollo equitativo y sustentable que permita la producción suficiente de alimentos, garantice la seguridad alimentaria y la soberanía nacional, a través de la creación del Sistema Nacional de Reservas Alimentarias.
Consecuente con esa lucha a favor del campo, el diputado Sebastián de la Rosa considera que es imperante garantizar que el uso de suelo sea prioritariamente para la producción de alimentos, para lo cual se le debe otorgar mayor rango a la producción agropecuaria y forestal.
Acusó que la inminente expropiación de tierras consecuencia de la aprobación de la reforma energética por parte de los partidos de derecha, avisora un escenario de violación de los derechos humanos, económicos y sociales de particulares, de ejidos y comunidades, que pone en riesgo el medio ambiente y la alimentación de los mexicanos.

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