MEMORÁNDUM

Gerardo Ruano Cástulo

*** Un bosque para Chilpancingo; buena acción de Mario Moreno. 

Bastaron 20 años para que Chilpancingo pasara de la tranquilidad a la anarquía. Y bastaron otros 10, para que su clima se transformara de manera considerable. La expansión de asentamientos humanos, sin el más mínimo respeto a las condiciones ambientales, fue la constante de éste fenómeno, que se inició por los años 80, del siglo pasado. Hoy, es una magnífica noticia, que el gobierno municipal encabece un esfuerzo importante en materia ecológica e impulso de la reforestación. Con la plantación de más de 8 mil árboles, como nunca se había hecho antes, es un buen comienzo para buscar revertir los daños generados, por la falta de educación y un alto grado de irresponsabilidad.

Así es. En los tiempos de la infancia, recuerdo que la gente hablaba bien de la capital, en razón de lo agradable de su clima. Aún había zonas que lucían verdes, y también áreas, hasta donde no había llegado la mano del ser humano. Eso se acabó, cuando bajo el pretexto de la necesidad de vivienda, un grupo de especuladores y funcionarios corruptos, aprovecharon para comenzar uno de los más grandes crímenes ambientales de la historia de Chilpancingo.   
El plan rector de desarrollo urbano se fue a la basura, y como consecuencia, se vino el surgimiento de asentamientos con graves problemas para la introducción de los servicios básicos. Y lo peor, porque la ambición no conoce límites, todavía tuvieron el descaro, tanto especuladores y funcionarios corruptos, de sacar el mayor provecho de esa situación, recortando calles y sin impulsar el crecimiento de áreas verdes, para mitigar el crimen ecológico que estaban cometiendo. Una anarquía, originada por la falta de educación y un elevado grado de irresponsabilidad, sin que nada haya pasado, con quienes permitieron todo esto. Bueno, lo único que pasó, es que incrementaron sus ingresos y patrimonio en bienes raíces.  
Para darnos una idea, de lo que ha generado ésta situación, es que donde priva el deterioro del medio ambiente, se incrementan las enfermedades mentales y físicas. Se ha elevado el grado de stress en los capitalinos. Se sabe de más padecimientos cardiacos y gastrointestinales. Y no dejar fuera, el alza de los casos de cáncer. Nada más, en las últimas dos semanas, me he enterado de diez casos de cáncer diferente.
Desde esa perspectiva, es importante buscar el equilibrio. Hoy le llaman de manera espectacular: el desarrollo sustentable. En pocas palabras, que el progreso vaya de la mano con medidas que garanticen verdaderamente un mejor nivel de vida de las personas, comenzando por cuidar y mejorar el medio ambiente.
Por eso, en el marco de la situación que han heredado otros, es bueno saber que el alcalde Mario Moreno Arcos ha puesto especial interés en éste rubro. Ya se habla de más de 8 mil árboles plantados, de los cuales, más de dos mil se colocaron éste fin de semana, en el predio Texcalco, que se busca impulsar como un nuevo bosque para Chilpancingo, acción en donde participó, además del Ayuntamiento, Fundación Azteza y la CONAFOR.     
Es un buen paso el rescate de ese predio, y lo será más, si esto se traduce en un compromiso por cuidarlo y ver ese bosque convertido en realidad. Del mismo modo, esa acción, pudiera ser ejemplo, para ir extendiéndola hacia las otras pocas áreas de la ciudad, que se salvaron de la depredación y ambición humana.   
Toda gran obra y los grandes cambios, comienzan siempre por el primer paso. Creo que el alcalde Mario Moreno Arcos, ha dado un buen paso en pro de mejorar el medio ambiente en la capital del estado. Le hace falta un bosque a Chilpancingo. Esa es la cuestión.

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