MEMORÁNDUM

Gerardo Ruano Cástulo

*** ¿Lo que se viene?

LOS HECHOS: El 26 y 27 de septiembre en Iguala, Guerrero, la delincuencia organizada infiltrada hasta el tuétano de la policía municipal da muerte a seis personas y secuestra a 43 normalistas de Ayotzinapa. El entonces alcalde niega haber dado la orden de atacar. Más tarde pide licencia y huye junto con su esposa. La condena de la barbarie es unánime. Los gritos de justicia se incrementan. La búsqueda de los desaparecidos es prioridad, desplazándose funcionarios a Iguala y se ofrece una recompensa a quien dé informes.
Los días pasan y las presiones se agudizan con actos radicales de Cetegistas y normalistas de Ayotzinapa. La exigencia de justicia y aparición de los normalistas es nacional y llega al ámbito internacional. Más aún, por la aparición de un buen número de fosas clandestinas. El PRD nacional, por voz de su dirigente, dice no meter las manos al fuego por el entonces Gobernador. Días más tarde le dan el respaldo, que sucumbe con las presiones que arrecian, propiciando la solicitud de licencia de Ángel Aguirre Rivero. El congreso local decide nombrar a Rogelio Ortega Martínez como gobernador sustituto. Las presiones se mantienen, con los bloqueos a tiendas comerciales y la autopista del sol. El ayuntamiento de Chilpancingo y la plaza cívica de la capital permanecen tomadas. Hasta hoy, no hay información oficial, sobre los 43 normalistas desaparecidos.  
LO QUE SE SIENTE: Se antoja increíble, que dada la capacidad de inteligencia del gobierno federal, sea la fecha que no se dé una información oficial, sobre los normalistas desaparecidos. Se presiente que se ha dejado crecer la inconformidad hasta un extremo, que podría ser insostenible. El Gobernador sustituto Rogelio Ortega llega a sentarse sobre un barril de pólvora, y lo que es peor, con la exigencia pronta de resultados. La incertidumbre pesa sobre una situación: ¿Qué pasará si son malas noticias sobre los normalistas desaparecidos?   
EL PEOR ESCENARIO: Si la versión oficial del gobierno federal, en algún momento, es para anunciar el posible deceso de los normalistas desaparecidos, ante el alargamiento de los acontecimientos, no se ve nada saludable el ambiente. Se presagian días difíciles. Momentos de intensa protesta social. La interrogante en el peor de los escenarios es: ¿Se llegaría hasta la desaparición de poderes? 
EL MEJOR ESCENARIO: Sin duda, sería la reaparición de los normalistas o el rescate de los mismos. Eso aminoraría las protestas y la atención se fijaría en la búsqueda solamente de los responsables de la barbarie. El gobernador sustituto Rogelio Ortega tendría un buen margen para maniobrar.
LO DESEABLE: Es que independiente del informe, que tarde o temprano tendrán que rendir las autoridades, el pueblo de Guerrero debiera pugnar por la unidad. Ante un acto doloroso, sería un error permitir que las decisiones se escapen de las manos. Los grandes cambios tienen que venir después de toda esta barbarie. Más la violencia nunca será la mejor opción. Construir mejores seres humanos, dará como saldo mejores gobiernos.
EL PUNTO TORAL: Se podrán decir y escribir muchas cosas. El punto toral es el deseo de que los 43 normalistas regresen con vida. Eso es lo que tiene a Guerrero y al país en el centro del huracán. Es ahí, donde parece ir el futuro político, social y económico de la entidad. Esa es la cuestión.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario