OPINION

Por Manuel Tello Zapata
Aunque todavía existen aquellos oportunistas que con fines políticos y electorales, exigen a grito abierto la salida del Gobernador del Estado Ángel Aguirre Rivero, por los lamentables sucesos ocurridos en Iguala, lo cierto es que existe en nuestra entidad la percepción generalizada en el sentido de que hay que esperar el resultado de las investigaciones que realiza la Procuraduría General de la República para dar con los autores materiales e intelectuales de estos hechos, mientras que el Gobierno del Estado continúa con la movilización social para encontrar a los estudiantes de Ayotzinapa que siguen en calidad de desaparecidos.

En estos momentos la pelota está en la cancha de la PGR y esta dependencia deberá ponerse las pilas para que sus investigaciones dejen satisfecha a la sociedad mexicana y a la opinión pública internacional. Debemos saber qué otros elementos policiacos y miembros de la delincuencia organizada participaron activamente en la agresión, y quienes ordenaron la forma tan violenta como fueron atacados los estudiantes de Ayotzinapa. Alguien muy poderoso ordenó estos hechos y debe ser castigado sin importar de quien se trate, fue la instrucción dada por el Presidente Enrique Peña Nieto y se debe acatar por parte del Procurador General de la República.
Resulta urgente también que se capture tanto el alcalde de Iguala con licencia José Luis Abarca Velázquez y su secretario de Seguridad Pública, ya que con su fuga solitos se han echado la culpa de muchas cosas; pero hay que investigar quien les ordenó, a ellos o a otros líderes de la delincuencia, que actuaran de esa forma. Obviamente, los enemigos gratuitos del Gobernador seguirán pidiendo su salida, pero la sociedad en general, que es la que manda, está consciente de que no se puede acusar a nadie sin aportar pruebas y hasta el momento, nadie ha podido demostrar que Ángel Aguirre Rivero haya tenido que ver con los hechos de Iguala, por lo que debe seguir trabajando ya que los problemas de Guerrero son muchos, aunque la inseguridad desde luego, acapara la atención.
EL MANDO UNICO EN ACAPULCO
Luego de los lamentables hechos de Iguala, resulta claro que en el Estado de Guerrero los municipios deben de contar con una policía eficiente y certificada. Es por eso que el Presidente municipal de Acapulco, Luis Walton Aburto, desde que se dio a conocer el proyecto del Mando único y sin esperar a que concluyera el plazo para hacerlo en el próximo 30 de octubre, firmó lo necesario para que su policía preventiva fuese motivo de certificación y se dieran los pasos necesarios, para que nuestro bello puerto cuente con una seguridad como se merece. El mando único establece que todos los elementos de la policía municipal deben ser evaluados mediante los exámenes de confianza, para que se demuestre que no están coaligados con la delincuencia; que no consumen drogas ni fomentan su venta ó trasiego. En Acapulco se llevó a cabo esta acción y los resultados fueron más que elocuentes: de 1959 policías que han sido llamados a la evaluación, 771 elementos no aprobaron los exámenes médicos, toxicológicos, poligráficos, psicológicos, de desempeño y aptitudes físicas.
Doscientos noventa y cinco policías por voluntad propia no se presentaron a realizarlos. Solo 131 elementos aprobaron el proceso de evaluación y confianza, de los cuales, 116 ya concluyeron su capacitación que les dio el Ejército mexicano. Se ha quedado pendiente de recibir el resultado de 883 evaluaciones. De esta forma se puede entender cómo se encontraba de descompuesta la preventiva municipal de Acapulco.
Por el momento, el Gobierno de Walton cuenta con 116 policías debidamente certificados que están en activo, pero que son muy pocos para proporcionar la debida seguridad en una ciudad tan grande como Acapulco. Es por eso que el Alcalde porteño ha estado haciendo un llamado, respetuoso pero constante, al gobierno federal para que envíe elementos de la Gendarmería Nacional, a elementos de la Policía Federal Preventiva, para reforzar la seguridad en nuestro bello puerto. Esa actitud de Luis Walton Aburto es loable y tanto él como Mario Moreno Arcos, Presidente municipal de Chilpancingo, son los únicos que firmaron a tiempo el Mando Único y los resultados deberán verse en el corto plazo.
NO SE LE HIZO
Nuevamente los Estudiantes de Ayotzinapa volvieron a manifestarse ayer con violencia extrema en Chilpancingo, donde tomaron por la fuerza el palacio de Gobierno e incendiaron una buena parte de este inmueble con bombas molotov; posteriormente se trasladaron al centro de la capital, donde se decía que también causaron destrozos. 
Lo anterior no causó sorpresa entre los capitalinos porque ya están acostumbrados a este tipo de actitudes malsanas y delictivas, que desde hace muchos años practican los estudiantes de Ayotzinapa, donde se instruye a los alumnos con una ideología marxista leninista que ya no se practica ni en la Unión Soviética. 
Obviamente, esta provocación realizada contra el Palacio de gobierno buscaba que el Gobernador Ángel Aguirre Rivero respondiera en consecuencia; pero en esta ocasión les falló la primera Ley de Newton (a toda acción, corresponde una reacción, de igual magnitud y en sentido contrario).  La Policía estatal se encargó de proteger la salida de los trabajadores a quienes los rijosos les impedían que salieran; pero de manera inteligente, se cuidaron de enfrentarse con los Ayotzinapos que en todo momento buscaron el enfrentamiento armados con piedras, palos y bombas molotov. Lamentablemente para los miembros de esta escuela, con este tipo de actitudes van a perder el poco prestigio que estaban ganando entre la sociedad, luego de lo que les hicieron en Iguala. 

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