OPINION

Por Manuel Tello Zapata

Sigue el vandalismo

Nuevamente los grupos de anarquistas llegados a Guerrero de otras entidades como Oaxaca y los porros de la CETEG, sin olvidar a los estudiantes más radicales de Ayotzinapa, recurrieron a la violencia innecesaria para exigir la presentación de los 43 estudiantes que siguen en calidad de desaparecidos. Los vándalos se fueron contra el Palacio Municipal de Iguala para destruirlo en su totalidad, como si con eso se solucionara el problema generado por el ex Alcalde de ese municipio, José Luis Abarca Velazco, su esposa y miembros de la delincuencia organizada.

El Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, fue muy claro ayer al señalar de manera oficial, que luego de las investigaciones realizadas en Iguala, fue el propio Alcalde defenestrado quien ordenó la represión policiaca que desgraciadamente dejó un saldo trágico y la incertidumbre del paradero por el que atraviesan los jóvenes desaparecidos. Hasta el momento, en las pesquizas no hay nada que señale al Gobernador del Estado Ángel Aguirre Rivero, ni siquiera como copartícipe de los hechos.
La población de Guerrero es mayor a los cuatro millones y medio de ciudadanos, de los cuales, solo unos cinco mil son quienes luchan para que caiga el gobernador. La inmensa mayoría del pueblo desarrolla sus actividades normalmente y piensa que Ángel Aguirre no es el responsable de lo que sucedió en iguala, por lo que debe seguir haciendo su trabajo para el que fue elegido en las urnas.
En lugar de mantenerse en un plano estrictamente ministerial como debe ser, el asunto de Iguala se ha politizado de tal manera que hasta los periodistas extranjeros lanzan dicterios en contra el Estado mexicano, al que califican como fallido en el aspecto de la seguridad pública, aunque no les falta razón en algunas cosas. En México llevamos más de 22 mil desaparecidos (deben ser mucho más) en los últimos seis años, la mayor parte de estos fueron levantados en Tamaulipas, Jalisco, Estado de México, Distrito Federal y Coahuila, sumando por si solos casi doce mil. El Estado de Guerrero registra desde el gobierno de Zeferino Torreblanca: 406 casos acumulados a la fecha y ocupa el lugar 14 en esta terrible estadística.
Cuando era Gobernador de Edomex, Peña Nieto dejó registrados mil 554 casos pendientes de desapariciones. Es por eso que resulta extraño que se magnifique lo hecho en Iguala por la delincuencia organizada y todos los que meten la mano, busquen de cualesquier forma la caída del gobierno estatal, cuando las causas de estos hechos son producto de la dejadez en que el gobierno federal ha dejado a Guerrero desde hace varios años.
La delincuencia organizada, debemos repetirlo siempre que sea  necesario, es un delito federal y corresponde al Gobierno de Enrique Peña Nieto su combate. Nuestro Presidente heredó ese terrible escenario de Felipe Calderón Hinojosa, es cierto; pero debieron tomar las medidas pertinentes desde que muchos gobernadores, entre ellos Ángel Aguirre Rivero, les informaron el grado de penetración que estos grupos delincuenciales habían logrado en los municipios.
El plan con maña desatado en contra de Ángel Aguirre Rivero también se orquesta en el Congreso de la Unión, donde el coordinador de los diputados priístas Manlio Fabio Beltrones Altamirano, por fin se quitó la máscara lanzando denuestos contra Ángel Aguirre, de quien nadie ignora que lo considera como su gran enemigo desde que derrotó en las urnas a su compadrito Manuel Añorve Baños, cuando ambos ya se frotaban las manos para repartirse el pastel llamado Guerrero una vez que el segundo de ellos fuese Gobernador.
Manlio Fabio pretende que el mandatario de Guerrero renuncie a su cargo para que, en una terna que enviaría el Presidente de la República, iría Manuel Añorve para que fuera electo Gobernador interino mediante las argucias de Beltrones. No solo un “Choki” de Iguala ha metido las manos en el asunto, también el del Congreso de la Unión lo hace con su ambición extrema de siempre.
Quienes queremos que aparezcan los jóvenes de Ayotzinapa, debemos enfocar nuestras miras hacia la PGR, para que esta dependencia cumpla con su responsabilidad y esclarezca los hechos de Iguala. A fin de cuentas la delincuencia organizada creció en Guerrero y en muchos estados del país por la incompetencia del gobierno federal para combatirla, a pesar de que es su responsabilidad constitucional el hacerlo.
UN BUEN POLÍTICO
Actuando como el político maduro y bien intencionado que es, nuestro paisano el diputado local Héctor Astudillo Flores, sin importarle que no pertenezca a su partido político y pensando solo en el bienestar de nuestra sociedad, se mantiene firme en la propuesta de que no renuncie a su cargo el Gobernador Ángel Aguirre Rivero. Con conocimiento de causa, Astudillo asegura que el Senado no puede desaparecer poderes y en Guerrero estos funcionan de manera normal.
Destacó que en el Congreso local están trabajando y sus integrantes sesionan conforme a la agenda, sin que nadie se los impida. Igualmente el Tribunal Superior de Justicia lo hace, sigue resolviendo y el Ejecutivo opera normalmente por lo que la desaparición de poderes no prosperará en el Senado. Indudablemente, Héctor Astudillo Flores es uno de los mejores políticos guerrerenses. El duro golpe que significó la derrota electoral ante Zeferino Torreblanca Galindo, le dejó valiosas experiencias que ha sabido capitalizar a su favor y lo hacen digno de una nueva oportunidad para lo que usted y sabe, estimado lector.
EL RECTOR EN AYOTZINAPA
En el marco del 54 aniversario de haberse logrado la Autonomía de la Universidad de Guerrero, el Rector Javier Saldaña Almazán realizó una visita sorpresiva a las instalaciones de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, donde fue recibido por estudiantes, padres de familia y autoridades escolares. 
Cabe citar que desde que sucedieron los lamentables hechos de Iguala, el Rector se ha solidarizado desde un principio con la búsqueda de los estudiantes desaparecidos; no es la primera ocasión en que lo hace, ni buscaba notoriedad como pretendió señalarlo uno de los estudiantes que recibieron a la comitiva universitaria.
En el diálogo establecido durante la reunión, el Doctor Saldaña Almazán ofreció sus servicios de interlocución con las autoridades de los tres niveles, para colaborar con la búsqueda de los desaparecidos y la solución de este problema. La Universidad Autónoma de Guerrero como tal, no ha tenido una participación activa en las movilizaciones pero se permite que estudiantes y maestros lo hagan por motu propio. Costó muchos esfuerzos lograr que el nivel académico de la Máxima Casa de Estudios Guerrerense se elevara a los niveles actuales y eso, es la principal prioridad de la administración central universitaria.

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