OPINIÓN

Por Manuel Tello Zapata

¿PORQUÉ TANTO MIEDO?

Este miércoles se llevará a cabo en Chilpancingo lo que sus organizadores califican como “la megamarcha”. Calculan que asistirán miles de ciudadanos para exigir la presentación con vida de los estudiantes desaparecidos, y el castigo para los responsables de estos lamentables acontecimientos. Obviamente no serán los miles que ellos aseguran, pero   si asistirá mucha gente de las organizaciones sociales a esta movilización.

En Chilpancingo la gente tiene miedo. Los comerciantes cerrarán sus puertas por temor a que sean agredidos; en las escuelas se suspendieron las clases y en las casas la gente manifiesta su temor, por el vandalismo que puedan provocar los de Ayotzinapa y muchos de quienes los acompañarán en esta marcha.
¿Por qué se da esta situación? ¿Nó se supone que la marcha tiene un fin noble, que busca el apoyo de la sociedad para con los estudiantes de Ayotzinapa? La realidad es que la sociedad civil de nuestra entidad no apoya a este grupo, porque conoce su accionar violento que lleva a cabo desde hace muchos años. Se considera como un mal que exista dicha institución, porque nada bueno parece darle a nuestro Estado. Se sabe que la mayoría de estos muchachos no estudian ahí la Licenciatura en Educación, sino la licenciatura en subversión, con todo el apoyo del gobierno... pero al parecer no tienen “llenadero”.
Ojalá que las otras organizaciones que participarán en la megamarcha, influyan para evitar que esta no caiga en actitudes de provocación y violencia, supuestamente para desahogar el coraje de los estudiantes por lo que sucedió en Iguala. En Ayotzinapa no existe autocrítica, por eso no reconocen que sus “métodos de lucha” son anacrónicos y que México ha cambiado desde el año 1968, que es donde se quedó estancada la ideología seudo guerrillera de Ayotzinapa.
LA CAIDA DE UN FANTASMA
Dentro de la incertidumbre que prevalecía en nuestro Estado luego de que se dio a conocer la existencia en Iguala de las narco fosas donde presuntamente fueron asesinados los estudiantes de Ayotzinapa, en la sociedad civil campeó el fantasma de que el Gobernador Ángel Aguirre Rivero caería de su cargo. Sus enemigos, los “lucradores” sociales bien conocidos desde hace mucho tiempo que no tienen “llenadero”; los grupos más radicales, que no buscan quien se las hizo sino quien se las pague, seguirán pidiendo la cabeza del mandatario estatal en los próximos días.
Sin embargo, el que siembra cosecha, cita el refrán. El Gobernador ha estado recibiendo grandes muestras de apoyo para su causa y no se va a permitir que se trame un desafuero en su contra. El propio Presidente de la República Enrique Peña Nieto, luego de recibir información precisa, manifestó su apoyo para Aguirre Rivero. Lo mismo han hecho el Presidente municipal de Acapulco, Luis Walton Aburto; la dirigencia nacional del PRD con Jesús Zambrano y Carlos Navarrete a la cabeza;  el Jefe de gobierno del Distrito Federal; Gobernadores perredistas; los Senadores de Guerrero Armando Ríos Piter y Sofío Ramírez Hernández, Diputados del Congreso local, etc..
Los enemigos del Gobernador podrían hacer en su contra una marcha con quince mil participantes; Angel Aguirre fácil reúne más de sesenta mil guerrerenses en una marcha a su favor, demostrando de qué lado está el apoyo ciudadano. Pero obviamente no lo va a hacer ni lo necesita. El Gobierno del Estado cumplió con sus responsabilidades legales en el asunto de Iguala en forma por demás oportuna, ya que media hora después de ocurridos los hechos, llegaron a esa ciudad el Secretario General de Gobierno Jesús Martínez Garnelo, y el Procurador Iñaki Blanco Cabrera, quienes de inmediato tomaron el control de la situación y comenzaron las indagatorias.
El Gobierno de Ángel Aguirre es quizás el que ha enfrentado más circunstancias adversas como sucedió con los hechos de Parador del Marquez, donde estudiantes de Ayotzinapa se enfrentaron a piedrazo limpio contra la policía federal, que asesinó a dos de estos jóvenes. Se tuvo una dura jornada cuando los maestros más radicales de la CETEG cometieron serios destrozos contra las sedes de los partidos políticos en Chilpancingo. Luego llegó el matrimonio infernal (Manuel e Ingrid), que semi destruyeron a nuestra entidad; ahora el enfrentamiento de Ayotzinapa con la policía municipal de Iguala y su delincuencia organizada, etc..
Sin embargo, la experiencia política de Aguirre Rivero, su tolerancia y trabajo, le han permitido salir adelante como sucederá en esta ocasión. Seguramente las cosas se pondrán muy difíciles si se confirma que los cuerpos encontrados en Iguala pertenecen a los jóvenes de Ayotzinapa, pero la investigación es clara: fue otra salvaje acción de la delincuencia organizada, que al parecer ahora si sacó boleto y el Gobierno federal les va a dar con todo. Veremos y comentaremos.

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