DE ADICTO A ADICTO

Por Ernesto Salayandia García

Ansiedad Sinónimo de Sufrimiento

Uno de tus principales y fuertes enemigos para hablar en público y vivir la vida en libertad, eres tu mismo, la ansiedad es un gran obstáculo. La ansiedad (del latín anxietas, ‘angustia, aflicción’) es una respuesta emocional o conjunto de respuestas que engloba: aspectos subjetivos o cognitivos de carácter displacentero, aspectos corporales o fisiológicos caracterizados por un alto grado de activación del sistema periférico, aspectos observables o motores que suelen implicar comportamientos poco ajustados y escasamente adaptativos.
La ansiedad tiene una función muy importante relacionada con la supervivencia, junto con el miedo, la ira, la tristeza o la felicidad. En la actualidad se estima que un 20.5% o más de la población mundial sufre de algún trastorno de ansiedad, generalmente sin saberlo. La Ansiedad es como la gasolina en el alcohólico, el drogadicto, el maniaco depresivo, el adicto a cualquier adicción, es lo mismo para el codependiente, para el enfermo emocional, como para el neurótico, para el fumador, la ansiedad es veneno puro para todos, por la ansiedad tengo miedos, por ansiedad digo mentiras, por ansiedad no puedo controlar mis emociones, por ansiedad soy adicto y sufro. La ansiedad tiene que ver con mi manera de pensar, de actuar y de sentir, con mi personalidad y mi manera de relacionarme, por ansiedad tengo el pánico escénico, miedo al hablar en público.
La ansiedad es un detonador emocional
Mi nivel de ansiedad era muy alto, para tratar de explicar lo que es la ansiedad, voy a recordar cómo me atrapó a mi desde muy temprana edad, comencé fumando desde los 12 años de edad y establecí una fuerte dependencia con el cigarro, a los 13 yo ya cargaba mi cajetilla y le daba un buen baje, me acuerdo que me encantaba ir al billar a jugar carambola de tres bandas con mi amigo El Panqué, en paz descanse, Rubén Durazo, nos pasábamos las tardes en la mesa y nos echábamos cigarro, tras cigarro, mucha ansiedad cuando jugábamos dominó y cuando nos quedábamos sin cigarros, nos fumábamos las bachitas, lo mismo cuando no tenia cigarros, veo, cómo mi ansiedad aumentó cuando me ponía unas santas borracheras, el alcohol es un detonador muy agresivo de mi ansiedad y entre más tomo, más quiero, hoy sé, que no puedo controlar mi manera de beber, debido a mi trastorno de ansiedad. Otra idea de lo que es la ansiedad, me lo marcan esas mañanas en que yo recorría toda la ciudad de Chihuahua, andaba de farmacia en farmacia, buscando la morfina sintética, un medicamento controlado que escasea en demasía debido a que tiene un alto consumo, una gran demanda entre los adictos a esta droga y a otras. Luego, cuando por fin encontraba la morfina, me hacia de un par de jeringas y buscaba un baño para inyectarme de inmediato. Por las noches, la ansiedad hacia presa fácil de mí, me iba a las tres o cuatro de la mañana, a buscar cocaína a casa del pucher o diler y desesperado le tocaba en su casa, y me iba por la puerta falsa, me sustanciaba en el carro jalando el polvo por la nariz, angustiado cuando empezaba a inhalar porque pensaba, qué  iba a hacer cuando se me acabara.
Fobias sociales
Sentía una enorme ansiedad en el palenque cuando apostaba en las peleas de gallos, tiré un mundo de dinero, se me fue una fortuna de las manos y sudaba cada vez que cruzaba una apuesta, es un síntoma extraño, repugnante y desagradable. Enfrentarme a mi padre, a mis mayores, ya fueran maestros o alguien que representara autoridad para mi, generaba ansiedad en demasía, me ponía nervioso, se me doblaba la voz, andaba mal de mis emociones, no podía controlar mi pánico escénico, mis fobias sociales, llegué incluso a tenerles miedo a las mujeres, a pedirles que bailaran conmigo o que me dieran su teléfono, tuve muchos miedos que ahora sé, se debían a mi alto nivel de ansiedad, miedo al ridículo, miedo al que dirán, al rechazo, a que me demostraran mis mentiras, miedo al miedo. Miedo a enfrentarme a alguien a enfrentar un problema, por muchos años sufrí de insomnio, padecí de este mal y no dormía tranquilo, pocas noches lograba conciliar el sueño, tenia el síndrome del pollito rostizado, una vuelta para allá, otra vuelta para acá y sin duda alguna el insomnio es una manifestación muy clara del trastorno de ansiedad.
El pensamiento obsesivo, recurrente
Me volví loco con mi celotipia infernal, mis pensamientos obsesivos creaban mis celos patológicos, enfermos y mi mente perversa me hacia hacer cosas que me dañaron, como el hecho de dormir con cuchillos, generar que dos tipos querían matarme, dos tipos que yo escuchaba y veía caminar adentro de los ductos del aire acondicionado, me dominaba la ansiedad, apanicado por mis temores, sufría por lo que mi mente generaba que me iba a pasar, quemé mi casa cuatro veces, debido a que taponeaba la rejilla de los aires con papel periódico y trapos, luego le echaba el spray del cabello y prendía con el encendedor, salía el flamazo y escuchaba que ellos corrían, luego yo los perseguía, llamaba a la policía, después a los bomberos y nunca encontraban nada de nada. Sé lo que es la ansiedad y el daño que me hizo, por el abuso de alcohol y drogas, caí en depresión, mis depresiones eran maratónicas, me torné maniaco depresivo, no había poder humano que me sacara de la cama, ahí permanecía días enteros, más de 6, sin bañarme, sin ganas de nada de nada, los días pasaban como agua y yo me refugiaba en el mar de las conmiseraciones, lleno de frustración, culpa y sentimientos encontrados, todo ese cuadro lo activaba la ansiedad, ahora que tengo paz, que vivo en armonía, que trato de aplicar un sano juicio en mis decisiones, que trato de regirme por la prudencia, la paciencia, sé de la gran diferencia.
La ansiedad es un  fuerte enemigo
Trabajo  las emociones, logro resultados que llenan de satisfacción a las personas que acuden a mí, en mis talleres de comunicación asertiva, manejo intensamente una serie de dinámicas para erradicar la ansiedad, porque las fobias, el pánico escénico, el nerviosismo, el pensamiento recurrente se nutren de ansiedad y el principal antídoto se llama oxigene, hay que alimentar al cerebro de sangre y de oxígeno, tambien existen recetas y remedios muy útiles para bajar los niveles de ansiedad, como el comer una fresa cada hora, triturarla con la lengua y el paladar duro, ayudar a que las glándulas gustativas suban a la cabeza, hay, otra muy buena que es chupar una cuchara con mil virgen y polvos de canela, el comer algún tipo de fruta cada ahora, ingerir líquidos antioxidantes, todo lo que sirva para limpiar riñones e intestinos, comer verduras, por lo menos dos veces al día, hacer ejercicio, romper con la rigidez y otras más, sin duda te quitará la ansiedad, en mi caso, abandoné mi celotipia infernal, erradiqué mi neurosis explosiva, mandé de vacaciones a mis depresiones, al insomnio, al corto impulso, a las pesadillas, por supuesto, dejé de consumir drogas y alcohol, sigo creciendo en la medida de que mi ansiedad disminuye, cada día le doy gracias a Dios por permitirme estar bien y poder ayudar a personas que lo necesitan, compartiendo mi experiencia e historia de vida y poniendo mi mayor esfuerzo para que personas al igual que yo, puedan salir del negro hoyo en que se encuentran. Una sonrisa por dentro y otra por fuera.

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