DE ADICTO A ADICTO

Por Ernesto Salayandia García

Armonía, el arte de hablar bien, para vivir mejor

Segunda Parte
Detrás del miedo, no hay nada
Me pongo rojo, el bochorno me invade, se me van las ideas, de un tema me brinco a otro, es demasiado incómodo, no lo soporto, digo muchas veces, este, por ejemplo, precisamente, repito una y mil veces más, infinidad de muletillas, tartamudeo, titubeo, mi cara es de limón agrio, me invade el pánico escénico, tiemblo frente al micrófono, me da miedo la crítica, el quedar en ridículo.- No puedo. Esto es lo que normalmente se escucha al principio de los Talleres de Comunicación Asertiva, que imparto a infinidad de personas.
Lo gratificante de esto, es lograr que las personas que tiene dificultad para hablar bien, a través de este taller, obtienen los elementos de seguridad, las herramientas y técnicas para hablar bien, hablar sin miedo, hablar con éxito, es muy sencillo, lo primero es decretar el enorme deseo de vivir la vida en libertad, de romper las cadenas de la inseguridad y obtener la armonía.
Cualquiera que quiera, ahí no se queda
Hay tantas experiencias y vivencias que contar de verdaderos milagros, recuerdo, uno de ellos, en ciudad Juárez, me tocó impartir mi taller de Comunicación Asertiva, Herramientas y Técnicas para hablar, bien, hablar sin miedo, hablar en público y asistieron unos hermanos gemelos, quienes tenían la voz ladina,  jóvenes de 16 años, llenos de frustración e impotencia por ese tono de voz, eran objeto de burlas, apodos y agresiones, les decían, los locutores, y comenzamos a trabajar el aspecto emocional a travéz de dinámicas de desprendimiento.- Rompiendo con la rigidez, obtienes seguridad.- Otra de las dinámicas que les gustaron fueron las de dicción, respiración, ejercicios de lengua, fonación, los dos se entregaron al cien y cada uno en los cinco días, fueron de grandes sorpesas y cambios para todo el grupo, pero en especial para Abel, que al tercer día nos sorprendió a todos, al hablar sin voz ladina y con una tono de voz gruesa, sin mayor dificultad, y dos días después, Marcelo, el otro gemelo, habló perfectamente sin la voz chiquita, sin mayor dificultad, festejamos tal acontecimiento por el tremendo cambio de voz que se dio en los llamados locutores de voz ladina. 
Los estragos de daños emocionales
Detecté una fractura emocional, un daño severo de niños y uno de ellos, comenzó a tener dificultades de expresión, emitió su voz ladina y el otro gemelo lo imitaba y así como los dos cayeron en esos tonos, los dos salieron del cuadro limitado de fonación que los mantuvo secuestrados. Me tocaron casos muy raros, especiales, como algunos que se ponían colorados, colorados, llenos de bochorno antes de hablar o frente al escenario, igual, vi ataques de risa, nerviosismo, demasiados tics nerviosos o personas que se hacían pipi de la emoción del pánico escénico y a travéz de los años, fui aprendiendo de ellos, cada alumno, cada persona que me hacía el enorme favor de tomar mi taller, me enseñaba un mundo de cosas, en pleno corazón de la ciudad de México, los subía a los camiones urbanos, los ponía a hablar delante de los pasajeros, los colocaba a la salida del metro de Chapultepec, con todos los grados de dificultad que te puedas imagninar, los ponía a vender objetos y a limpiar vidros de autos en los cruceros de Paseo de la Reforma de la ciudad de México, ellos gozaban cada una de las dinámicas y perdían el miedo al ridículo, perdían el miedo a socializar y hablar en público, despues de las 25 horas intensas y efectivas del taller de comunicación asertiva, hablaban con armonía y sobrada seguridad.
El que nace para maceta, del corredor no pasa
Claro está, que el que quiera azul celeste que le cueste, hay tantos factores para cambiar, pero el más importante se llama acción y buena voluntad, es cuestión de amor propio, de autoestima alta, sólida, de espiritu firme, abierto y de ser positivo, hay tantas personas negativas que de inmediato se delatan cuando quieren debatir, contradecir o manejar sus argumentos respecto a las dinámicas que imparto, respecto a las películas y videos que muestra como sustento de mis temas y en cada grupo, siempre hay uno o dos que quieren contaminar y hablan de lo que no saben, otros, tienen la costumbre de interrumpir cuando estoy hablando, ya sea que estén platicando, riendose o metidos en el celular, otros tantos, distantes, de cuerpo presente y de mente ausente, pero al final el cien por ciento de la atención del grupo es para mí y lo más sorprendente es que ellos pueden ser testigos de los grandes cambios del grupo en tan solo unas horas y se motivan a cambiar y a usar las herramientas y técnicas para hablar bien, así pues,  deseo que mi esfuerzo, te sea de utilidad, que sea el motor del cambio que necesitas y que puedas crecer en todos los sentidos, encontrar armonía, esa es la clave de la vida. Me costaba un inmenso trabajo expresar mis ideas, hablar con alguien de mis inquietudes, entablar conversaciones, reprimía emociones y sé que esto, todo ésta telaraña de inseguridad, no es exclusivamente mía, en mi caso, permití humillaciones o ridiculizaciones, ofensas y agresiones, por prudencia, por favor léase entre comillas, no debatía mis ideas, no me enfrentaba a la soberbia de otros, prefería aplicar el viejo y conocido refrán, el que calla otorga, o aquel otro que cita.- Más vale estar callado y aparentar ser tonto, a hablar y que te lo comprueben. Fue una vida incómoda, llena de barrotes y cadenas, secuestrado por mis propias emociones, mis miedos y mis complejos.
He visto a Ernesto, a través de los años
Yo soy, el que por inseguridad fracasa en su entrevista con el gerente de recursos humanos, me dominan los nervios, titubeo, tartamudeo, mis pensamientos son en contra de mí, me derroto y me hago daño a mí mismo, mi mente es obsesiva.- No te van a dar el trabajo.- Van a contratar a otro.- Ve, que nervioso te pones.- Eres un inseguro, fracasado.- Yo soy el que no quiere hablar en público por no exponerse a quedar en ridículo, soy también, aquel que dice.- A mí nunca.- A mí no me pasa nada de eso.- Yo puedo dominar la fobia social.- Yo puedo hablar en público, hablar con éxito, hablar sin miedo.- Yo soy tantas personas que en los últimos 15 años me han dado la oportunidad de suministrarles herramientas y técnicas para hablar en público a través de mi Taller de Comunicación Asertiva, soy, Fernando, el que repite una y otra vez las mismas muletillas, soy Raquel, la que habla demasiado rápido y no dice nada, soy Guillermo, el que se pone rojo y le dan ataques de risa, se le nubla la vista y se le van las ideas, soy, Ximena, la que tiene una pésima dicción y está llena de tics nerviosos, parpadea, manotea, se agarra el cabello y lo recoge a cada momento, soy Ulises el que se queda congelado, sin decir nada, soy Tere, la que tartamudea, soy, esa persona insegura que venció sus miedos y que puede dar su propia experiencia con un estilo, sencillo pero efectivo, al alcance de todos, sin recurrir a otros talentos, ni copiar conceptos, lo que he venido vertiendo, son ideas frescas, propias de alguien que se demostró así mismo, el yo puedo, el sí se puede, el concepto, de que cualquiera que quiera, ahí no se queda, el argumento de ésta estructura, no es para mediocres, es para seres humanos emprendedores que tengan un crisol por dentro, un volcán en erupción con enormes deseos de ser diferentes y por ello, mis talleres, mis libros, mis competencias, mis servicios, lo son, simplemente porque quise cambiar.
Error, tras error
Calidad y calidez en la cátedra, así se titula uno de mis talleres dirigido a los maestros con el firme propósito de que puedan moverse como pez en el agua en el salón mientras imparten la cátedra, hay toda una gama muy amplia de recursos para expresar con pasión, fuerza y poder de convencimiento, usando el arte de persuadir, de trasmitir, el arraigar el mensaje y captar la atención y mantener el control del grupo, las bondades de este taller y de todos los que imparto, se encuentran en este libro, hay frases que pueden cambiar tu vida, hay ideas y sugerencias que habrán de generar en ti, absoluta seguridad y confianza en sí mismo, solo tienes que buscar esas palabras y ponerlas en práctica, este libro sin duda alguna cambiará tu vida y lo mismo puede ser útil, para que un sacerdote no sea tan aburrido y sus fieles se duerman, ideal también, para vendedores, médicos, estudiantes, padres de familia y para toda aquella persona que en realidad quiera crecer y vencer sus miedos. No es apto para soberbios, puedes llegar a dominar las cámaras de un programa de televisión o el micrófono en una cabina de radio, igual puedes proyectar elegancia, porte, confianza cuando te encuentres detrás de un micrófono, con o sin pódium, después de leer este libro y de poner en práctica las sugerencias, te sentirás tan feliz y libre como yo, habrás de gozar cada oportunidad que tengas de expresar pensamiento, sentimiento e ideas, sin duda alguna, recomendarás este texto, confirmando, que nada es para siempre, ni bueno ni malo y el que quiera azul celeste, que le cueste. 

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