MISCELÁNEA

Jesús Cayetano Norberto

LOS PASPAQUES DE XALTIANGUIS

Buscando una definición de “paspaques”, el escritor Chilpancingueño Gerardo Guerrero Gómez,  nos dice que “son versos chuscos cantados a las personas que cumplen años, por un grupo de personas que van a felicitar al festejado”. Además de cantarle sus versos al cumpleañero también llevan consigo cadenas de cempasúchil que colocan en el cuello del festejado. Esta costumbre es practicada en la comunidad de Tixtla, a escasos minutos de la ciudad capital. 

El cronista Wilfrido Fierro Armenta, señala que en el municipio de Atoyac, en los primeros días del mes de febrero de los años veinte, con motivo del boom cafetalero se festejaba el carnaval,  “Por las noches salía un grupo de personas cantando el paspaque, donde la música del paspaque se acompañaba con guitarra, maracas y un tamborcito; los dueños de las casas donde se cantaba salían a dar unas monedas”.
Tradicionalmente esta celebración inicia desde el primer domingo de Carnaval, y termina hasta mediados del mes de Febrero con el primer miércoles de Ceniza. Sin embargo, a mediados de los ochenta esta tradición se perdió y actualmente solo se realiza en la colonia Sonora, en la cabecera municipal de Atoyac.
Una de las comunidades de Guerrero, donde la fiesta continua, es en Xaltianguis, municipio de Acapulco. Xaltianguis se ubica a 50 kilómetros de Acapulco, la población registrada en 2010 de acuerdo a información del INEGI, es de 6 mil 965 habitantes. Donde solo El 1.06 por ciento de los adultos habla alguna lengua indígena.
En Xaltianguis hay un total de mil 573 viviendas habitadas, de las cuales 242 tienen piso de tierra y unos 306 viviendas tienen una sola habitación. Mil 324 de todas las viviendas tienen instalaciones sanitarias, mil 488 son conectadas al servicio público y mil 541 tienen acceso a la luz eléctrica. 
En esta comunidad cada año se celebra los llamados Paspaques, es una tradición añeja, que inicia en la primera semana de enero con recorridos en viviendas seleccionadas y terminan su misión de acuerdo a la iglesia católica con el primer miércoles de ceniza.
Los paspaques, lo componen un grupo de entre ocho y diez personas los de mayor edad del pueblo, quienes visitan al azar  las casas de las  familias y les cantan a manera de broma, algunas de sus características por las cuales los conocen. 
Por ejemplo, Si el jefe o jefa de familia es trabajado(a) r, si es dado a preocuparse, si es solidario(a), si le gusta flojear,  si le gusta tal comida, si le gusta la cerveza, entre otras. El objetivo principal es a través de la canción improvisada llevar alegría y hacer reír a quienes se visita.
Por ejemplo uno de los cantos del paspaque son los versos siguientes: 
“Será aquí, o será allá /o será más adelante /porque dicen que aquí vive /un señor muy elegante… Vámonos compañeritos /vámonos que vengan otros /que les hagan el favor /que nos han hecho a nosotros”.
De acuerdo a la versión de la señora Lourdes Galeana Ramírez, originaria de Xaltianguis, explica que las personas que actualmente conforman el grupo de los paspaques en este lugar son hombres y mujeres como: Clemente Castañón, Rosa Díaz, Emna Ramírez, los  señores apodados “el cheque” y “el Nanchi”, entre otros.
Galeana Ramírez, agrega que en las visitas que realizan el grupo de los paspaques, son recibidos por las familias con algunas monedas de dinero, cosas de comer o de beber tales como chocolate, pan, cerveza, refresco, mezcal, en si lo que les quieran dar, pero algo les dan.
En Xaltianguis,  los paspaques terminan de llevar alegría a las familias a su domicilio con el primer miércoles de ceniza. Posteriormente, los paspaques se visten de mojigangas con mascaras, mientras que al comisario de la comunidad lo visten de rey feo y lo pasean por todo el pueblo; además de continuar la tradición de quebrar huevos con confeti en la cabeza.
A nivel nacional, el 19 de marzo de cada año, en el estado de Colima, se celebra la fiesta de los Paspaques de Suchitlán, perteneciente al municipio de Comala, donde los indígenas nahuas celebran un ritual agrícola de origen prehispánico, donde el maíz en todas sus formas es el foco de atentación: tortilla, tamales, pozole, pinole, entre otras variedades.
En Resumen: La celebración de los paspaques poco a poco se ha ido perdiendo en nuestra entidad suriana, debido a que es una tradición indígena, encontrándose solamente escasas  huellas como es el caso de Atoyac, Tecpan, Tixtla y Xaltianguis, porque nuestros antepasados han ido desapareciendo y sus generaciones o se avergüenzan o simplemente no desean ser catalogados como indígenas. 
Tal vez, nos encontremos ante la última generación de paspaques, sin embargo, hacemos votos porque las nuevas generaciones se interesen por esta tradición y nunca se pierdan los llamados, paspaques. 

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