Alberto López Rosas es el único, de todos los candidatos que actualmente contienden por la gubernatura, que ha he llevado a término los puestos desempeñados en su carrera, así lo manifestó en entrevista, donde agregó que durante su periodo al frente de la administración de Acapulco -el más grande y complejo de los ayuntamientos en el estado- su gobierno ostenta el mérito de haber atraído más inversión privada a la ciudad.
Una transformación en el sistema de seguridad es lo que propone el candidato, abanderado por el “partido del colibrí” dijo que las estrategias en el combate a la delincuencia han desprovisto a la ciudadanía de cuerpos policiacos que interactúen con ellos, como “las policías de barrio y policías en bicicleta” dejando en su lugar cuerpos de elite diseñados más para un combate a delitos de alto impacto.
Manifestó que se deben establecer ordenamientos en los cuales se pueda mostrar la compatibilidad en materia de justicia y aplicaciones de derecho entre los órdenes federal y estatal e incluir en el diseño de estrategias a los gobiernos municipales, pues el dejar fuera a estos en las estrategias de seguridad fue una medida atrevida.
Al abordar el tema, precisó que Ayotzinapa no es un asunto cerrado, ni en lo relacionado a los acontecimientos del 2011 en Chilpancingo ni los hechos acontecidos en septiembre de 2014, pues ambos son casos que tienen que reabrirse en algún momento e impedir que triunfe la impunidad, pues esta nos hace débiles.
Respecto al dialogo con el movimiento magisterial, expresó que no se trata de aparecer como alguien desafiante y propone la integración de una comisión para la reconciliación, donde los interlocutores sean personajes de probado servicio a la nación como José Woldenberg, Juan Ramón de la Fuente y Elena Poniatowska, comprometiéndose él, en caso de llegar a la gubernatura a respetar todos los acuerdos que de ella emanen.
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