MEMORÁNDUM

Gerardo Ruano Cástulo

*** El Gerente volvió a soñar con Dios

Aquél hombre, era  un monje de impresionante aspecto. Se ve, que sabía de muchas cosas sobre el equilibrio espiritual, mental y físico. Su vida, la dedicaba a viajar por diferentes lugares. Lo hacía, porque gustaba de servir a los demás y dejar enseñanzas a su paso.  Esa tarde, llegó hasta la entrada de un palacio. En la puerta fue detenido por la seguridad. Le preguntaron que se le ofrecía, a lo que respondió, que deseaba pedir morada temporal en esa carava. Los guardias se rieron por lo escuchado: “Una caravana, jajaja”, expresaban.

El alboroto fue tan grande que se escuchó hasta donde se encontraba el Rey, quien decidió salir a ver lo que ocurría. Al observar lo impresionante de aquél monje, preguntó cuál era la razón de tantas risas. Tras lo que fue informado, de la petición de alojo en la caravana. 
El monarca comprendió la razón del alboroto. Y motivado por el planteamiento, le dijo al monje: “No sé lo que veas tú, pero esto no es una caravana, es un palacio, y yo soy el Rey que lo habita”. Ante eso, el hombre sabio pidió hacer uso de la palabra, lo que le fue concedido. Inició con una pregunta: “¿Antes de ti, quien habitaba este lugar? La respuesta fue: “Mi padre, él me lo heredó.”
Y antes de tu padre, “¿Quién lo habitaba?” fue el siguiente planteamiento. El Rey dijo a ello: “Por supuesto que mi abuelo, quien a su vez, se lo heredó a mi padre”. Ante esas respuestas, el Monje le dijo: “ya ves que si es una caravana. Todos van de paso. Nadie se va a quedar aquí. ¿Cuándo tú tengas que partir, a quien se lo heredarás? Al final esto no es un palacio, es una caravana.”
Luego de escuchar al monje, el Rey quedo impresionado de su sabiduría y le pidió que no solamente se hospedará por aquella noche, sino que se quedara un tiempo con él en la caravana, para poder enriquecerse con más sabiduría.
Bien recuerdo una anécdota, que trasciende sobre los gobernantes Romanos, pueblo histórico, estudiado por su poderío militar y político, en donde los asesores tenían una sola tarea, decirles a éstos personajes, que eran humanos, que algún día también habrían de morir. Que no eran dioses. Todo con el fin, de humanizarlos y que sus decisiones fueran a favor de la gente. El asunto es, que todos, absolutamente todos, como dice el monje, vamos en una caravana.
Nuestra recomendación de hoy, es leer a Luis Castañeda en su libro: “El Gerente volvió a soñar con Dios”, en donde hace interesantes reflexiones sobre el liderazgo de calidad total. Una buena opción, para estos tiempos de crisis, en los que se requiere de liderazgos que rebasen el nivel de lo extraordinario.
El Gerente volvió a soñar con Dios, de entrada, nos vuelve a recordar, la vital importancia de buscar adentro de nosotros las respuestas. El dialogo interior es significativo para el crecimiento humano. Tener esos momentos en la soledad pueden hacer la gran diferencia en la vida. El obstáculo mayor, es que hoy, por lo acelerado del ritmo de la vida, existen pocos espacios para esto. ¿O no los buscamos? Esa es la cuestión.

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