MEMORÁNDUM

Gerardo Ruano Cástulo

*** Astudillo y Mario, unidos en pro de la obra priísta.

El maestro paseaba aquél día cerca de un parque. Le llamó la atención que a un costado se desarrollaba una obra de construcción. Por consiguiente, se acercó para entablar un breve dialogo con algunos de los trabajadores. Al primero que se encontró, estaba colocando tabiques en un muro, al verle le dijo: “¿Qué haces buen hombre?” Quien le contestó de manera seria: “Que no ve, estoy apurado levantando un muro.” Y mostrándole los ladrillos le restregó: “Estos son tabiques y con ésta mezcla, sirven para que levante muros, después de los cuales, voy a recibir mi paga respectiva”. El maestro sin decir más, solamente sonrió y con un gesto de agradecimiento por el tiempo otorgado siguió su camino.

Más adelante, se topó con alguien que cortaba y doblaba varillas y alambrones. Al estar frente a él, después de saludarle, también le preguntó: “¿Qué haces buen hombre?” Aquél que sudaba a chorros por el esfuerzo, volteó a mirarlo con una cara poco agradable, diciéndole: “Estoy muy ocupado ahorita para sus preguntas, pero, ¿A poco no ve, lo que estoy haciendo? Corto y doblo el acero. Para eso me pagan aquí.” El maestro sonrió y le dejo seguir en sus labores.
De pronto, vio a una persona que llevaba una carretilla, en ella acareaba diferentes tipos de materiales, especialmente piedras. Una característica especial del trabajador, era que mientras hacía su jornada, silbaba y cantaba algunas canciones. Se le veía alegre por lo que hacía. Al estar cerca de él, y después del respectivo saludo, vino la pregunta: “¿Qué haces buen hombre?”. Aquél que lucía contento, lo recibió con una sonrisa y un buen saludo, para después expresar: “Estoy colaborando en la construcción de un majestuoso e impresionante edificio, que albergara salas espectaculares que podrá admirar mucha gente. Soy parte de ésta obra que hará historia”. 
El maestro quedo admirado de la respuesta de aquél trabajador, a quien le dijo: “Tienes razón buen hombre, todo lo que hacemos en la vida es parte de una obra excepcional. Es una verdadera pena, que seamos pocos los que nos damos cuenta de esto y que solamente veamos a lo corto y poniendo el interés en el puro dinero. Se les olvida, que la gente rica, es aquella, cuya mentalidad va más allá de hacer un simple muro, cortar varillas o acarear materiales, sino más bien, en ser parte de una gran obra”.
Algo para recordar de la vida diaria. Así como el hecho, de que nadie es menos importante. Una simple roca, es parte de una gran obra. Eso deben saberlo en el ámbito político. Y tan deben saberlo, que por esa misma razón, desde el PRI, en el camino por la gubernatura, se envían señales de querer construir una obra sólida y trascendente. Por eso el evento de Chilpancingo, con su candidato Héctor Astudillo Flores y el alcalde Mario Moreno Arcos es visto como parte de esa obra que buscan hacer trascender. La suma de todos los actores les parece importar. El mensaje es claro: “Todos son parte de la construcción de lo que buscan, sea su regreso al poder en Guerrero”. O habrá entre éstos, ¿simples promotores del voto? Esa es la cuestión.

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