MEMORÁNDUM

Gerardo Ruano Cástulo

*** La fe y el candidato del PRI por Chilpancingo

Aquél era un General impresionante. Las batallas daban cuenta de su heroica manera de luchar. Cada vez que desenfundaba la espada, ofrecía a Dios su nueva conquista. Sin embargo, nunca había sido exigido con severidad. Llegó el momento especial, en donde pasaría por la prueba del ácido su fe.

Antes de las batallas, tenía la costumbre de estar a solas. Se dice, que en esos momentos, Dios le hablaba y le daba instrucciones para ir a la batalla. En esa ocasión, estuvo más tiempo del normal en ese espacio de privacidad. Era normal ante lo que se avecinaba. Se aproximaba una lucha importante, en contra de quienes no habían sido derrotados jamás. El ejército rival poseía en sus filas, a más de 50 mil hombres.   
Al hablar Dios, le dijo: “Ve a la batalla, pero no lleves a todos tus guerreros a la contienda.” Él se preguntaba porque razón, ya que necesitaba también de unos 50 mil hombres, para estar en paridad. Sin embargo, Dios le pidió, que durante el trayecto, quienes se bajaran del caballo a tomar agua, fuesen separados del grupo. Después de pasar por el río, tuvo que despedir a más de 20 mil hombres. Se quedó con menos de 30 mil.
Después de esto, se tomó un reposo para ir a platicar con Dios. Mostró su preocupación al verse en desventaja en el número de guerreros. Y lejos de encontrar la comprensión de Dios, se topó con el siguiente planteamiento: “Aún llevas muchos hombres a la batalla”. Así que le puso otro requisito, del que solamente salieron adelante 10 mil guerreros.
La fe del General se vio severamente golpeada. Se sentía en profunda desventaja. Lucharía en contra de un ejército de más de 50 mil efectivos y que estaban invitos en las batallas. La tarea era complicada. Sin embargo, Dios le dio su palabra, de que con los 10 mil hombres era suficiente para lograr el triunfo. Y de hecho, así sucedió. Dio la mejor de sus batallas. Digna de recordar durante muchos años. Esta historia, en otras palabras o letras está plasmada en uno de los libros de la biblia. 10 mil hombres, motivados por su fe, vencieron a un ejército que era considerado como imbatible.
En esa tesitura, para pocos es un secreto, que el futuro candidato del PRI a la alcaldía de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena, se enfrenta a un gran reto. En los últimos meses, su partido ha figurado, en los sondeos, con muchas complicaciones para mantener en su poder el ayuntamiento capitalino.
Sin duda, Marco Leyva, como se le conoce en el ámbito político, habrá de librar la más importante de las batallas de su carrera política. Y lo hará, especialmente, comenzando por transmitir fe en su equipo, ya que en apariencia, habrán de arrancar en desventaja. 
Lo admirable de Marco Leyva, en torno a la lucha por la alcaldía capitalina, es que siempre se mantuvo firme en esa ruta, hasta alcanzar la candidatura del PRI. Viene lo más importante. Aparte de la fe. Concretar el ejército que necesita para ir a ésta, que será su batalla más importante.
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