MEMORÁNDUM

*** Marco Leyva; en la ruta del triunfo.

Gerardo Ruano Cástulo

Cuando Gerry dijo que quería ganar un reconocimiento académico para poder saludar al presidente del país, muchos fueron los que se rieron. Otros tantos, fueron los que lo vieron como un iluso. Lo más importante de todo, es que esos comentarios nunca lo desanimaron. Él sabía que podía conseguirlo.

En los días siguientes, Gerry se dedicó a trabajar e ir edificando su sueño. Poco tiempo tenía para hacer caso a quienes pretendían desanimarle. O que tal vez, por envidia, no deseaban que lograra ese acto importante en su vida.

Durante el camino de la conquista de su sueño, se encontró también con gente que lo apoyó y lo animó para que pusiera más empeño. Al final de cuentas, la visión de Gerry, de ver que podía lograr eso que para algunos parecía imposible, se concretó. Alcanzó el triunfo académico, como el mejor estudiante de su estado. Como resultado: Estuvo en palacio nacional saludando al presidente del país.

Saber dar lectura a las oportunidades es importante, como también lo es, el ver apuntando hacia el futuro. Y curiosamente, quienes poseen la visión, generalmente son tachados de ilusos y dementes. Lo cierto es, que han sido esos locos, quienes han cambiado al mundo. Los que se han atrevido y han hecho diferencia.

En el ámbito político, ésta historia me recuerda el caso de Marco Antonio Leyva Mena, candidato del PRI a la alcaldía de Chilpancingo. Es así, porque hasta hace unos cuatro meses, pocos le concedían posibilidades por la presidencia municipal. Se veía muy sólido al diputado federal, Jorge Salgado Parra. Y también, con buenos puntos, al legislador local, Antonio Gaspar Beltrán.

Estar más de 12 puntos abajo en las encuestas, pintaba un panorama oscuro para la aspiración de Marco Leyva. De hecho, al PRI se le veía en la lona. Ya se hablaba de la alternancia en el poder. Parecía que el PRD tenía tres cuartas partes del cuerpo en el Ayuntamiento. 

Lo importante del caso, es que los números y los comentarios negativos, de aquellos que no le veían futuro, no mermaron el ánimo de Marco Leyva, quien siguió edificando. Selló muy buenas relaciones con los liderazgos de los grupos y se mantuvo trabajado a ras de piso. Siempre con un perfil discreto.

Al paso del tiempo, las cosas se acomodaron de tal forma, que una vez que asumió la candidatura, la distancia con el candidato del PRD oscilaba en 10 puntos en contra. La cual, con el correr de los días se ha venido reduciendo. Luego de que ha sido capaz de convertirse en factor de unidad y demostrar que posee la visión, no solamente para vislumbrar que podía ser candidato y colocarse en posibilidad de triunfo, sino de llevar a la práctica un buen ejercicio de gobierno.

Los números, según lo que trasciende en los últimos días, es que Marco Leyva ha logrado lo que para muchos parecía imposible, ubicarse ahora, 10 puntos por encima del candidato del PRD y en la posibilidad real de poder ganar las elecciones de manera clara.

Tiene mucho mérito lo hecho por Marco Leyva. Ha sabido leer muy bien los escenarios y con una muy buena mirada hacia el futuro. Es evidente, que posee los mejores atributos para ser el próximo alcalde de Chilpancingo.

Hace unos meses, se decía que era una locura su aspiración. Y como siempre, la demencia parece imponerse. La regla es la misma: “El mundo es de los que se atreven y corren riesgos”. Es lo que ha hecho Marco Leyva y por eso entiendo porque hoy ya está por delante de todos los demás candidatos. Si hoy fuese la elección, sencillamente, ganaría. Esa es la cuestión.