Memorándum

*** Astudillo; mejores prendas para gobernar

Gerardo Ruano Cástulo
El joven se acercó al anciano de gran fe. Era un hombre sumamente respetado por su religiosidad. Le dijo: “Maestro, quiero lograr lo mejor en mi vida, sin embargo, en muchas ocasiones, caigo en la impaciencia. ¿Me podrías ayudar con tus oraciones, pidiendo a Dios que me envíe paciencia? Después de escucharle, el maestro le preguntó el nombre. Se llamaba Matías. “Está bien Matías, haré oración por ti”, se escuchó de la voz del maestro. Ante ese mensaje, el joven no pudo evitar sonreír y agradecer al maestro.
Entonces, el hombre de Dios le pidió que se quedara unos minutos, para que escuchara la primera oración.
El maestro cerró los ojos, respiro de manera profunda y elevando sus brazos al cielo, comenzó diciendo: “Hoy, señor, es un día muy especial. Está aquí Matías, quien desea lograr cosas buenas en su vida. Y para quien te pido, le concedas un mayor número de tribulaciones”. Al escuchar esto, el joven pidió al maestro que hiciera pausa en la oración.
“Oiga, hombre de Dios, le he pedido que interceda por mí, con sus oraciones, para que Dios me conceda más paciencia y usted me está pidiendo más tribulaciones. O sea, ¿Más problemas que enfrentar y resolver?”, indicó el impaciente.
Luego de esto, el maestro retomó la voz para decirle: “debes comprender y entender, Matías, que la paciencia solamente llega cuando se pule con las tribulaciones. Si no hay tribulaciones, nunca llegara la paciencia que anhelas. Mucho menos, alcanzaras todas las cosas buenas que pretendes alcanzar. Quieres mayor paciencia, pide más tribulaciones”.
Un día escuche decir, que si todos los días sucediera lo mismo, la vida sería súper aburrida. Del mismo modo, sino existieran los obstáculos y situaciones complicadas, difícilmente saldría la mejor parte del ser humano. Es ahí, precisamente ahí, en los momentos más críticos, en donde emerge lo mejor del ser humano. Es cierto, esas situaciones hunden a unos. Pero los que poseen un mejor grado de estabilidad emocional, las aprovechan para seguir creciendo.
Escrito lo anterior, me queda claro, por los antecedentes de quienes hoy buscan la gubernatura de Guerrero, que el candidato que más se ha pulido en la vida y que posee mejores prendas para encabezar los destinos del estado, es el del PRI y Verde Ecologista, Héctor Astudillo Flores. 
Más allá de todo lo mediático que envuelve el proceso electoral, en donde los últimos golpes publicitarios son las declinaciones y alianzas, tengan o no mucho peso real éstas, lo que no habrá de variar, es que Astudillo Flores, es el único de todos, que ha vivido verdadera tribulación en el ámbito político. Haber caído en 2005, lo ha hecho mejor político y persona.
Creo, en lo personal, que Héctor Astudillo ha aprendido mucho de las buenas y malas experiencias. Se encuentra muy por delante, en el llamado terreno de la experiencia. 
Muy por delante, en cuanto a la calidad de relaciones, en especial con el centro del país, para emprender un verdadero despliegue de programas y acciones, con el objetivo de regresar el orden y la paz a Guerrero. Y muy por delante, en el sentir de la gente, en donde SEIS DE CADA DIEZ, según los sondeos, ha opinado que habrá de ganar. Esa es la cuestión.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario