De adicto a ADICTO

Nada nuevo bajo el sol

Por Ernesto Salayandía García
El origen de nuestros males, comienza en el noviazgo
Los problemas sociales de México, son interminables, suicidios, asesinatos que ya no despiertan la capacidad de asombro, como la tristemente célebre mujer que apuñaló a su esposo, luego ahorcó a su bebé menor de dos años y después, ella se colgó y murió; hay estadísticas que crecen todos los días, como la violencia doméstica, mujeres maltratadas, golpeadas, al igual que niños, por tipos machos, soberbios, muchos de ellos son militares, policías federales, judiciales, municipales, te imaginas en manos de quienes estamos?.
Más en este cuadro real, las niñas embarazadas menores de 16 años, madres solteras, con dos o tres hijos, ellas, sin llegar a los 20 años, que decir, de la deserción escolar, que se da en la educación, media y media superior, el impactante índice de mujeres drogadictas, atrapadas en el alcohol y el libertinaje, la condición de niños y jóvenes delincuentes, sicarios, drogadictos, el río de sangre que no cede, el  número impresionante de divorcios, el incremento de violadores, el hostigamiento, ya no solo escolar, sino laboral y político, la corrupción a todos los niveles y tantos males sociales cuyos protagonistas vienen de hogares disfuncionales, y de esos  matrimonios en decadencia, comenzaron por noviazgos mal concebidos y violentos.
La niñas de ahora, muchas de ellas
No se puede generalizar, no todo el monte es de orégano, pero al que le caiga el saco, que se lo ponga, éstas niñas tienen un insaciable apetito sexual, salvo sus muy honrosas excepciones la virginidad es cuestión del pasado, lo mismo es acostarse con en el primo, con el hermano del primo, con el tío, el vecino, y andar de una cama a otra, hablan, muchas niñas peor que verduleras, corrientes, groseras con expresiones propias de cantina, se visten sin dejar nada a la imaginación, provocativas, vulgares, y no están preparadas para tener una relación formal de noviazgo, confunden lo que es esta situación, con usar al novio a su antojo, mentirle, engañarlo, incluso hasta ponerle el cuerno, actitud, que en muchos casos se da con la mayor facilidad del mundo; tienen sexo sin precaución, no se cuidan en ningún sentido, salen embarazadas y si bien les va, el hombre les responde y se casa con ellas, aunque el pronóstico es que truenen como palomitas adentro del microondas, otra realidad, muchas se casan por despecho, por alguna decepción amorosa, otras tantas por salir de sus hogares donde hay alcoholismo, violencia y muchos problemas, pero sin duda, salen de Guatemala y se meten en Guatepeor. La mayoría  de  los hombres que embarazan, no son hombres, se doblan cobardemente.
La inmadurez de algunos hombres
Una de las cualidades de los noviazgos de ahora, son los insultos, los calificativos y los descalificativos, los celos enfermizos, las mentiras, la infidelidad, el control, la manipulación, el chantaje, la relación neurótica, Estos noviazgos son enfermizos y se pelean por todo y por nada, el hombre, es un eterno bebé, un ser inmaduro, sin carácter ni personalidad, usa a su pareja para aparentar que se es feliz y libre, no tiene una convicción de lo que es el amor, es un tipo, raro, cayado, indeciso, engañifa, estos jóvenes, muchos de ellos, son borrachos, drogadictos, son dos caras, aparentan ser lo que no son y cuando se casan, son una caja de sorpresas, se confirma el conocido y cierto refrán, que en el matrimonio nunca se termina de conocer a las personas, siempre hay sorpresas y todo este proceso, de engaño y auto engaño, lesiona severamente al matrimonio, le parten en tuti la madona a los hijos, de ahí, vienen los ladrones, los drogadictos, los locos que se suicidan y asesinan a sus hijos, de ahí vienen toda esta porquería social de la que estamos padeciendo.
Mal de muchos, consuelo de tontos
Árbol que nace torcido… Jamás su rama endereza… Se requieren verdaderos milagros, se dan casos, pero en fin, ese es otro tema, tanto ellos, como ellas, son inmaduros, no son genuinos, se usan el uno al otro, no hay un código establecido, ni reglas de oro para disfrutar de la vida al lado de una pareja, pero sí hay una ley universal que se llama amor, respeto, comunicación, convivencia, verdad, honestidad y tantas cosas que muchos noviazgos no tienen, muchos matrimonios, menos, lo que hay aquí, es una enfermedad llamada codependencia, nutrida de adrenalina, egos, neurosis, pasión, emociones torcidas, deshonestidades, frustración, culpa, dolor, por supuesto pésima comunicación y sin olvidar alcohol y drogas, hay un sexo equivocado, una relación equivocada y un presente, ligado a un futuro equivocado y a veces, cuando me topo con un tipo violento que me agrede y me provoca, reflexiono y veo a ese niño maltratado, abandonado, a ese niño insultado, humillado, a ese niño que nació como producto de un noviazgo enfermo y de un matrimonio mal concebido, entonces, no me engancho, no respondo al insulto, solo recuerdo las heridas de mi alma  y del infierno de donde salí.
Andan buscando ayuda, rogándole a Dios no encontrarla
Comprendo ahora, que el problema de un matrimonio, no implica en la relación enferma actual, en las suegras metiches, algunas, en la mamitis de los hombres que corren a los brazos de su mamá cada vez que tienen problemas con su mujer (a diario), no estriba en la desigualdad económica, ni en lo mujeriego del hombre, o las infidelidades de ella, tampoco en la nula comunicación, ni en los insultos, en la guerra de vanidades, mucho menos en los egos o en los defectos de carácter de ambos, tampoco estriba en las mentiras, en el alcohol y las drogas, sin duda alguna, las ruinas de un matrimonio, vienen desde la niñez de ambos, de ahí, de las heridas del alma de los dos, que nunca sanan, ni trascienden, por el contrario es como si le echaras limón con chile piquín a las heridas de niños que son las traiciones, las injusticias, los insultos, las humillaciones, las mentiras, los resentimientos y todas estas emociones torcidas, y más se repiten una y otra vez en el noviazgo y se afianzan en el matrimonio, por supuesto que se acentúan en el divorcio, llegas a odiar a muerte a la que supuestamente, fue el amor de tu vida… ¿por qué?.
Más vale crear costumbres que corregir mañas
Tenemos un serio problema, central, que es la ignorancia y la soberbia, la mayoría de los mexicanos no tenemos el hábito de la lectura, leemos a medias o cuando es necesario, pero carecemos de ese apetito, de ese deleite y sabor por disfrutar de la lectura, todo lo que nos sucede es por falta de educación, no hay una educación emocional, no se nos enseña a manejar nuestras emociones, a expresarnos, a ser honestos, crecemos por lo mismo, con máscaras, con tapujos y limitantes que nuestros propios miedos e ignorancia van generando, valdría la pena, emprender una educación emocional desde la educación preescolar e impulsarla como formación académica en todos los niveles, abrir la capacitación emocional, hacerla obligatoria, en los novios próximos a casarse, en los matrimonios para cimentar las bases del respeto y del amor, en los primeros años, así como capacitarlos profundamente sobre el ser padres y darles herramientas para que sanen sus heridas del alma y no hereden a sus hijos todo ese veneno que viene de una generación a otra; sé que algún día, mis ideas serán tomadas en cuenta y los cambios habrán de gestarse a corto, mediano y largo plazo, empecemos a crear los costumbre de la lectura desde temprana edad y después, tendremos gente feliz y libre, la ignorancia es esclavitud.

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