Córdova y la realidad de la elección

El ánimo con que se está calificando la elección pareciera que es de acuerdo a los resultados obtenidos…para algunos fue una tragedia y otros un éxito. 

Federico Nogueda Berdeja
Vaya que si levantó polvo-polvo  la declaración del Concejero Presidente nacional del INE Lorenzo Córdova Vianello, en su pasada visita a Acapulco, inteligente o no cumplió su objetivo el de decir que la institución que representa efectuó bien el pasado proceso, no obstante generó un cúmulo de reacciones encontradas, del perredismo, panismo, como del comité de los padres de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa. 

De acuerdo a su declaración, no fue su intención de Córdova insultar a los sectores que más rechazaron su posición de que en Guerrero fue un éxito la elección, pero si fue un poco desmedido su triunfalismo, por supuesto la elección del estado no era para festejar, pero tampoco como para decir que fue una tragedia, falta la justa medida de la dimensión de la pasada elección, porque tampoco es la verdad de los que protestan, ni tampoco del triunfalismo de Córdova. 
De esta forma,  la realidad de la elección fue de dos formas el sector minoritario que no quería elecciones, entre ellos de los luchadores sociales y de grupos de partidos políticos que sabían de antemano iban a perder, por el otro lado los que si quisieron elecciones aquellos que sabían que tendrían el triunfo en  las alcaldías, diputaciones locales y federales, como la propia gubernatura. 
En esa dimensión de los que querían y los que no querían elecciones se gestó el ambiente electoral para ir a votar el pasado 7 de junio, cada grupo en su momento debatía la importancia de tener o no elecciones  de acuerdo a sus intereses, por ello las actuales declaraciones de Córdova para algunos cayeron como balde a de agua fría, ya que de antemano se tenía un escenario en caso de no haber elecciones, con sus ventajas que se iban a tener, pero al tener las mismas echó abajo todas sus proyecciones políticas.
En cambió los que querían elecciones y ganaron ven sino como un éxito la pasada elección, si como cumplidas sus metas, y por supuesto desde esos dos escenarios deben de observarse las declaraciones de Córdova, que no del todo fueron correctas porque a la manera de decirlas pareciera que se sentía candidato de algún puesto de elección popular, se le hizo muy ligero decir todo fue un éxito, sin checar lo que pasó en Tixtla y Chilapa, prácticamente sitiadas por los movimientos sociales. 
La realidad de la declaración era que simplemente se cumplió con el objetivo, de llevarse a cabo la elección y desde ese punto si fue un éxito, se sacó la elección, pero del otro extremo de los que cuestionaron a Córdova de que no fue una elección con mucha miel pues sí, en algunos lugares si efectivamente ocurrieron varias incidencias, algunas normales como otras elecciones y otras muy graves que no tenían registro alguno. 
Ahora tocará finalmente a los ciudadanos en su mayoría decir si las  elecciones pasadas fueron o no un fracaso para la vida constitucional del país y de Guerrero, desde un punto de vista observando todo lo que pasó, el caso de los dos primeros alumnos de Ayotzinapa muertos trágicamente en la autopista del sol en diciembre del 2011, de los casos de corrupción, nepotismo del gobierno del ex gobernador Aguirre, como del caso de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa. 
Si después de todo eso, se tuvo la capacidad de realizar una elección ante los fatalismos de que no había condiciones por estar convulsionado el estado en algunas regiones, de ahí partir para decir si fue o no un objetivo cumplido sacar la elección y por consiguiente un éxito en el objetivo, más no negar que existió zozobra, descontento, apatía, alguno que otro acto de violencia en algunos casos de robos de urnas como incidencia o en Tixtla y Tlapa que siguen las secuelas pero salió la elección.

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