Opinión

Hablando Claro

Por Víctor Manuel Tello Zapata
Pese a las críticas que se le han hecho por lo que expuso ante una comisión del Senado de la República, el Gobernador interino Rogelio Ortega Martínez hizo bien al hacer público el problema financiero por el que atraviesa la administración estatal. Si el gobierno federal “se ha hecho pato” para resarcir los 600 millones de pesos que adeuda al del Estado por el pago de nómina a Maestros, no se le tiene que rendir pleitesía al secretario de Hacienda Luis Videgaray.

En Guerrero existe un millonario rezago económico que se arrastra de anteriores administraciones, algo que también fue dado a conocer por el Gobierno del Estado. Sin embargo, lo más crítico por el momento es que se le devuelvan los 600 millones de pesos para que se puedan solventar muchos compromisos, especialmente el que se tiene con la Universidad Autónoma de Guerrero.
Haber dicho que se adelante el cambio de poderes y asuma a la de yá, la primera silla estatal, Héctor Astudillo  Flores, es una muestra de que el Doctor Rogelio Ortega no exige se pague dicho adeudo para llenarse sus bolsillos de dinero. No ambiciona el poder por el poder, como los políticos profesionales; aunque tampoco es un ignorante del avatar político, sabe ponerle los puntos a las íes para sacar adelante su breve gobierno y entregar buenas cuentas a quien lo va a suceder.
El Gobernador Ortega Martínez asegura que “ni está cansado ni está tirando la toalla”. Continúa recorriendo las regiones para entregar apoyos, supervisar el avance de obras y mantener un diálogo constante con la población. Es necesario que el gobierno federal haga a un lado su apatía y apoye al interino de Guerrero, que finalmente no procede de un origen partidista sino académico y sus intenciones son las de entregar al Gobernador electo Héctor Astudillo Flores, un Estado en paz como se está logrando, pero también sin grandes problemas financieros.
EL PRI CON PEÑA NIETO
Encabezados por el Gobernador electo, Héctor Astudillo Flores y el dirigente estatal del PRI, Cuauhtémoc Salgado Romero, una nutrida delegación de priístas guerrerenses asistió el pasado fin de semana a la ciudad de México, donde se realizó el Encuentro “Unidad para continuar con la transformación de México”, que sirvió para que los priístas de todo el país le manifestaran su respaldo al Presidente de la República Enrique Peña Nieto, quien asistió al evento.
Fue un acto importante porque reunió a Gobernadores, Diputados, Senadores, Presidentes municipales, Regidores, síndicos, dirigentes estatales y seccionales así como cuadros destacados de la clase política. El Gobernador Astudillo Flores recibió el aplauso del priísmo nacional cuando fue presentado junto con sus colegas que también ganaron la gubernatura en sus respectivas entidades. Los priístas de Guerrero que asistieron, recibieron una buena “vitaminada” política con esa convivencia, en la que Peña Nieto se manifestó como un compañero más del PRI, que necesita el apoyo de todos en su delicada encomienda.
Entrevistado sobre la crisis que podría asumir cuando tome protesta como  Gobernador constitucional, Astudillo Flores aseguró que no tiene ningún temor si se llega a dar esa situación. Siendo un político experimentado y con gran capacidad de gestión, nuestro paisano chilpancinguense sabrá negociar en la ciudad de México, donde seguramente contará con el apoyo pleno del Presidente Peña Nieto. Es de esperarse por lo tanto, un buen inicio del próximo gobierno estatal a partir del mes de octubre.
MOVIMIENTO QUE DECRECE.
Al cumplirse ayer domingo un aniversario más del caso Iguala, el Estado de Guerrero se mantuvo en calma total, pese a que se había advertido de grandes marchas y bloqueos para exigir una vez más, la aparición con vida de los 42 estudiantes de Ayotzinapa que fueron desaparecidos y ejecutados por la mafia tenebrosa de Los Guerreros Unidos.
Sin embargo, solamente hubo una marcha en Tixtla, donde unas trescientos personas hicieron una marcha para pedir se libere a quienes denominan Presos políticos, que en el entorno jurídico tienen en su contra delitos como allanamiento, secuestro, vandalismo, daños en propiedad ajena y pública, más los que se les acumulen. La liberación de Néstora Salgado, Gonzalo Molina y otros jefes de policías comunitarias, resultará difícil de lograr mientras las presuntas víctimas de estos, no retiren sus acusaciones.
Para desgracia del movimiento por los 43, la gran mayoría de los líderes que encabezaban esta lucha vendieron la causa, lograron mucho dinero y prebendas personales, con lo que retiraron su apoyo y por eso las movilizaciones a favor de Ayotzinapa, prácticamente se han terminado para beneficio de la sociedad, que era objeto de agresiones y molestias sin tener ninguna culpa en los hechos de Iguala.

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