LA RUEDA DE LA FORTUNA

A  6 años del crimen de Chavarría, la impunidad sigue permeando.

Por Alfredo Sarabia

Este 20 de agosto de 2015, se han cumplido 6 años del cobarde asesinato de Armando Chavarría Barrera, seis años de impunidad, seis años que han pasado de ese alevoso crimen de oscuridad, de opacidad, de falta de voluntad, de una resistencia gubernamental de saber la verdad de este asunto, convertido hasta este momento, en una estadística más, de los asesinatos políticos que abultan la impunidad.

Armando Chavarría Barrera, era perredista a carta cabal,  y en esos momentos de la emboscada criminal, fungía como presidente del Congreso Local y seriamente se perfilaba como el candidato natural del PRD, a la Gubernatura de Guerrero, por encima del alfil del entonces gobernador Zeferino Torreblanca Galindo, Armando Ríos Pitter, siendo los únicos que se contemplaban para el relevo del acapulqueño.

En estos seis años transcurridos después del crimen artero, la impunidad ha campeado en torno al alevoso homicidio, a la que dos gobernadores de ese lapso de tiempo en mención, optaron de manera cínica y desvergonzada, hacerse “los tíos lolos” para esclarecer el amargo y letal asunto, tan es así, que hoy, estamos haciendo “un tributo” a la impunidad que avergüenza y que apesta. 

Es sabido que han sucedido hechos en torno a este espinoso tema, como el del comandante de la policía judicial Trinidad Zamora Rojo (posteriormente asesinado con crueldad), que bien se hubiera podido transparentar esta situación, pero factores influenciados por los compromisos políticos entre los que llevan la batuta de la Justicia, han impedido grotescamente que esta perversidad criminal, esté muy atrincherada bajo la sombra de intereses avasalladores que circulan en  el  enrarecido ambiente de los que detentan el poder, de manera pública y tras bambalinas.

Si esa situación de impunidad sigue con su vistosidad, como está vista, tendremos un panorama abierto y oficial, para dar rienda suelta a los ímpetus criminales encaminados a aplastar y por ende, a hacer a un lado a todo aquel que en verdad esté cercano a las     causas populares, es decir, a todo aquel o aquella, que no simule estar con el desprotegido.

No obstante  que el homicidio ocurrió en un “gobierno perredista”, nunca hubo un real y verdadero interés por llegar a la luz de la trama. Siempre se dijo, que atrás de esta perversidad dantesca, estuvo la intervención del gobernador Torreblanca Galindo, situación que see reforzó aún más, cuando el ex – gobernador de marras, acudió a declarar del asunto criminal, rodeado de todas las comodidades habidas y por haber, dignas de todo, menos de una persona que se supone está muy embarrada.

Ya la viuda de Chavarría Barrera, Marta Obezo, ha hecho el señalamiento directo y sin vacilaciones del ex – gobernador de la Z, como el asesino intelectual del homicidio, pero para las autoridades en turno, eso y nada, es lo mismo.

Por lo pronto, la impunidad, en el caso Chavarría, llegó a los seis años, más los que se vayan a acumular.

Hay que decir, que la impunidad prevaleciente, no es privativa únicamente para este  caso criminal que nos ocupa, hay más, pero no hay interés del gobierno para esclarecerlos y mientras, el tío lolo seguirá brillando en toda su plenitud. Al tiempo….HASTA PRONTO.