MEMORÁNDUM

*** Agradecimiento a Mario

Gerardo Ruano Cástulo
Cuando el maestro evaluó que sus discípulos estaban preparados, los llamó y los mandó de dos en dos a visitar diferentes pueblos, para llevar el mensaje de amor y unidad. Uno de los enviados, antes de partir, pidió hablar en privado con el maestro. Ya a solas con él, le preguntó: “¿Por qué nos has pedido que cuando seamos bien recibidos en una casa, ahí nos quedemos hasta que nos retiremos del poblado?” Jesús, lo miró como lo haría un padre con su hijo, luego le abrazo y le dijo: “Gracias por aceptar la misión que te he encomendado”.

El discípulo sintió una sensación que lo motivó e inspiró más. En ese ambiente de confianza, Jesús le expresó: “Se quedarán en la casa donde les reciban, como muestra del agradecimiento, para que quienes habiten ahí, sean testigos de las obras y milagros. Sean, en agradecimiento, quienes reciban las bondades de su sabiduría y acciones de servicio. Porque el agradecimiento es el pilar más importante en la construcción de un puente. Es el don que nos abre la puerta a la bondad. El que con mayor facilidad te conecta con Dios. La actitud que más nos une y nos hermana. Lleven pues, también el poder del agradecimiento”. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.) 
Traigo la historia anterior, para recordar que muchos hilos se han roto en nuestra sociedad, porque hemos olvidado manejar el poder del agradecimiento. Damos por sentado, que el señor o la señora de limpia, barre las calles por una simple obligación o lo mismo quien atiende en una ventanilla de oficina. Ocurre igual en el seno de las familias, papá y mamá tienen la obligación de trabajar. Los hijos el ir a la escuela y portarse bien. En el terreno de la función pública, los gobernantes tienen siempre la responsabilidad. Y pocas veces, salen voces para decir GRACIAS.
He escuchado, a lo largo del trienio, que Chilpancingo es una ciudad, cada vez más difícil de gobernar. Los problemas se han incrementado, así como la demanda de servicios y obras. El recurso, de entrada es insuficiente. Lo peor, es que se va perdiendo la sensibilidad, ignorando, en ocasiones, lo bueno que se ha  hecho por la capital del estado.
Cuando Mario Moreno Arcos, asume la alcaldía en 2012, y veo el inicio de la obra de la nueva imagen de la ciudad, me quedo claro que tenía un concepto distinto a lo que habíamos visto. Y con un objetivo muy claro, de dar un nuevo rostro a Chilpancingo, lo cual se notó de inmediato, con la Glorieta dedicada a Benito Juárez, en lo que se conoce como “Las banderas”, el cual se ha convertido en un lugar emblemático. La foto familiar, de fin de curso, con los amigos, el videoclip de la quinceañera, festejo de triunfos deportivos y políticos; son la constante. 
Alguien dirá era obligación de Mario Moreno hacer la obra y la hizo con dinero del pueblo. Se nos olvida, que antes no estaba así. El dinero no compra talento y visión. Esa obra, como las de las Avenidas Lázaro Cárdenas e Insurgentes, el parque la Avispa, y ahora, la plaza Unidos por Guerrero, son parte de la visión de alguien que desea una mejor capital, con lugares dignos para las familias.
Hay cosas, insisto, que el dinero no compra. Gracias Mario Moreno Arcos, por esas obras que dignifican a Chilpancingo y que disfrutamos la gran mayoría. Y me queda claro, que sí la tormenta Manuel no se hubiese aparecido, obras de ésta índole serían más. Como persona nacida en Chilpancingo, gracias amigo alcalde por esas obras. Esa es la cuestión.

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