POLÍTICA Y PODER

Crimen y corrupción asfixian a Guerrero y México

 De José Nava Mosso
El próximo 13 de septiembre tomarán protesta las nuevas diputadas y diputados del Congreso del estado, el 30 lo harán presidentas y presidentes municipales  y el 27 de octubre se renovará la gubernatura de Guerrero. Cambios que harán poco o quizás nada en mejorar la seguridad, el empleo, salud, educación y muchas otras demandas añejas que requieren los guerrerenses;  y lejos de que se vayan solucionando, cada vez va empeorando la situación de Guerrero y México.

Hoy es natural que políticos involucrados a la delincuencia organizada estén como diputados, alcaldes, senadores, gobernadores; nadie les dice nada, al contrario, las instituciones ayudan a legitimar sus aspiraciones y seguir coludidos  hasta con fuero institucional. Muchos entran a la política con una mano atrás y otra adelante, salen como nuevos ricos, con propiedades en México y el extranjero, para el Estado Mexicano es una maniobra natural, mientras no se les comprueba nada o vayan en contra de las elites del poder.   
Preguntas puede haber muchas, por ejemplo; el sistema económico y capitalista que prevalece; que hace a los ricos más ricos y a los pobres más pobres. Otro asunto no menos importantes es la corrupción, el mal público número uno,  del que  derivan todos los males que hay en la actualidad, la corrupción en Guerrero y en el resto de los estados del país.
La corrupción  ha provocado el incremento de inseguridad, desempleo, analfabetismo, falta de hospitales, medicinas  y médicos, de escuelas y otras demandas anheladas para tener una mejor calidad de vida
En Guerrero; cifras ponen al Puerto de Acapulco como la ciudad más violenta en México y a tercera a nivel mundial. Pero no está lejos  Chilpancingo, Tierra Caliente, Costa Grande  y otras regiones del estado, donde  la extorsión, secuestro, cobro de piso, y asesinatos se  ha convertido en una situación cotidiana en la que ya no cabe la capacidad de asombro, mucha gente lo percibe como una situación natural.  Lo que se deduce: El crimen organizado continúa ganando terreno en Guerrero y en el país.
Promesas  van, llegan y no hay una estrategia que permita disminuir este cáncer que  nos ha llegado a todos de una u otra manera. Mientras no se combata la corrupción en sus diversas modalidades, se castigue con cárcel a quienes espoleen los recursos públicos, sus bienes y sus instituciones. Mientras no suceda un cambio real,  Guerrero y México van a continuar en la decadencia, sumidos en  la pobreza y marginación.
Por eso se puede anticipar que   de muy poco o nada ayudará a dar seguridad a los guerrerenses las nuevas autoridades, locales, estatales   y federales.

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