Semblanza de la llegada del mensaje de alcohólicos anónimos a Zihuatanejo


Grupo “Mayoría De Edad”

“Los grupos de Alcohólicos Anónimos son el lugar donde se llevan a cabo, durante hora y media, las juntas para la rehabilitación, podemos decir que son el centro y el corazón de la comunidad. En muchos aspectos es un tipo único de reunión y es probable que al recién llegado le parezca extraña”.
La búsqueda fue fructífera, mientras el alma se ensanchaba hacia la alegría y el orgullo de encontrar su figura humana en permanente servicio al prójimo y al alcohólico… lo encontramos en el interior de su grupo… como ave fénix se encontraba dispuesto a verter toda su experiencia que a lo largo de decenios de militancia institucional ha coleccionado y derramado entre sus ahijados; nuestro padrino Pancho se aprestó a vivenciar esta historia, que queda en su expresiva memoria y crónica…

“Soy originario de la ciudad de “La Eterna Primavera”, o sea de mero Cuernavaca Morelos; ahí pasé mi infancia, mi adolescencia, parte de mi edad adulta y… mi alcoholismo.
 Al llegar a Zihuatanejo, por azahares del destino, inmediatamente me integré a la agrupación anónima y logré pertenecer, en diferentes momentos, a los grupos “Nuevo Amanecer”, “Zihuatanejo” y “Alegría de Vivir”.
 Pero en la búsqueda de dejar atrás la monotonía y la falta de motivación en la vida, y sobre todo dentro de Alcohólicos Anónimos, un buen día me encuentro con José, mejor conocido como Tapia, que en paz descanse, y ahí me señala con desánimo que está cansado del ambiente repetitivo y carente de motivos existenciales y que era necesario abrir un grupo “para la pura experiencia”… para “puros viejos” dentro de A. A…. y con este pensamiento y nuevos planes nos fuimos animando, por lo que un buen día José, Fredy, “La Chuchena” y yo decidimos y realizamos la apertura de uno de los grupos con mayor trascendencia en nuestro bello puerto del “lugar de mujeres”, como lo ha sido el Grupo “Mayoría de Edad”.
 De esta manera y de forma inmediata abrimos el grupo en la parte de abajo de la casa de José, con un mobiliario modesto, sencillo y activo… así pusimos “manos a la obra”, pues ya se hicieron las bancas y la tribuna de acero, gracias a la creatividad y esfuerzo de Tapia, otros trajeron ollas, tazas y vasos para el café y los refrescos, más adelante la literatura, cuadros motivacionales y se empezaron a soltar las vivencias, experiencias y catarsis de alta temperatura.
Poniendo todo nuestro esfuerzo y capacidad posible, los miembros fuimos creando, desarrollando y engrandeciendo el programa de Alcohólicos Anónimos, resaltando la labor de un compañero al que apodábamos “El Perro de las Tradiciones”, por su conocimiento y aplicación de las mismas.
  
El grupo floreció felizmente, fueron llegando y desfilando muchísimos compañeros… unos se quedaron, otros volaron aún sin beber, y uno que otro fueron muriendo por sus actividades alcohólicas y drogadictas… ¡pero así es la vida!... Mientras tanto, todos estamos felices sin beber y muy contentos de ser un doble A, trabajando para estar listos cuando llegue el alcohólico que aun anda bebiendo.
 Mi vida ya no está vacía, pues las 24 horas que he estado en esta agrupación me han redituado horas, días, meses, años y décadas de esperanzas, sueños y realidades incomparables, adonde he conocido cientos y cientos de grandes compañeros con los que hoy somos grandes amigos. ¡Felices 24 horas!   

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