MEMORÁNDUM

*** Astudillo; signo de esperanza

Gerardo Ruano Cástulo
Había invertido su vida en diferentes causas y ninguna lo había dejado plenamente satisfecho. Así que Memo, seguía a detalle los pasos del nuevo maestro. De aquél que despertaba el celo y envidia de los desprestigiados maestros de la ley. Veía como buscaban por todos lados mermar su liderazgo, sin conseguirlo.

Memo observó, cuando los familiares del maestro fueron tratados mal y humillados en el templo, acusándoles de tener nexos sanguíneos con “un demente”. Tanto caló aquella situación, que los familiares buscaban una oportunidad para llevarse al maestro y encerrarlo, para que ya no les causara más supuestas vergüenzas y penas.
De hecho, en una ocasión, ya que estaban cerca de él, y alguien le dijo, “aquí están tus hermanos”. El maestro a sabiendas de todo lo que ocurría, dijo hacia la multitud, “Mis hermanos son todos aquellos que me escuchan y me siguen”.  Ese día, Memo comprendió el valor de la confianza que inspira un verdadero líder.
Días más tarde. Después de un gran discurso, azuzados por las envidias, varia gente comenzó a dejar de seguir al maestro. Lo que sorprendió a Memo, que estaba cerca, fue cuando al ver esto, Jesús volteó hacia sus más cercanos, para preguntarles: “¿Ustedes también quieren dejarme?”. Uno de ellos, Simón Pedro, le diría: “A quién iremos, tú tienes palabras de vida eterna”. En esa ocasión, Memo comprendió que el liderazgo del maestro era signo de esperanza.
Una vez, que se quedaron los que se habrían de quedar, Jesús se dirigió hacia Memo. Éste se petrificó. No lo podía creer. El maestro le dijo: “Sé que buscas algo, dime, ¿Lo has encontrado?”. Entonces reaccionó y respondió: “Creo que si maestro. Solo quiero saber una cosa más. ¿Hacia dónde vamos?”.     
Jesús le echo el brazo al hombro, le invitó a mirar hacia arriba juntos, para después expresarle: “Vamos hacia el cielo”. Y Memo comprendió, que los grandes líderes, te llevan a lugares excepcionales. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.)
Lo anterior, nos recuerda que el escenario actual, requiere de liderazgos que inspiren confianza, sean embajadores de la esperanza, y por supuesto, tengan como objetivo llevar a la gente a un lugar excepcional. Eso parece saberlo, el Gobernador Electo de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, quien, con la visión que le distingue, se propone llevar a su pueblo por la senda que le conduzca al orden y la paz que miles deseamos.
Creo que, sus dotes de buen líder, le han llevado, a Héctor Astudillo, a convertirse en el imán que genera la unidad. El evento de capacitación de diputados locales electos de su partido, celebrado en Taxco, sirvió de marco, para constatar el cierre de filas que existe en torno a su liderazgo, luego de que ahí también estuvieron los legisladores federales priístas de Guerrero.  
La reunión con el líder nacional de su partido, anuncia un cierre de filas total. Creo que, se viene un proceso importante de unidad en torno a su liderazgo. No es casual, que los transportistas ya añoren la llegada de un gobierno que haga realidad el orden en el sector, para un Guerrero en paz.
Es palpable, que el Gobernador Electo de Guerrero, Héctor Astudillo, está convertido en signo de esperanza. Inspira confianza. Y se tiene fe, en que conducirá el camión hacia un destino excepcional: “Un Guerrero distinto”.  Esa es la cuestión.

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