MISCELÁNEA

Nicolás Bravo: héroe de la vida

Jesús Cayetano Norberto
De acuerdo a la historia, de los 62 presidentes de la Republica que ha tenido México; a la fecha solo tres de ellos han sido Guerrerenses: Vicente Ramón Guerrero Saldaña, Nicolás Bravo Rueda y Juan N. Álvarez. Sin embargo, hoy centraremos nuestra atención en Nicolás Bravo Rueda, al cumplirse un aniversario más de su nacimiento el 10 de Septiembre de 1786. Hombre en quien corría en sus venas la valentía y el honor, al heredar la milicia de su padre Leonardo Bravo.

Si, decimos que era valiente, eso solo se puede demostrarse en el campo de batalla; en la lucha, la cual inicio a su corta edad al lado de su padre en los primeros levantamientos insurgentes, principalmente de 1810.
Posteriormente, tendría dos importantes maestros que lo marcaria en su vida; Hermenegildo Galeana y José María Morelos y Pavón, hombres con quien compartió triunfos y derrotas en su afán de obtener la independencia de México.
Con Morelos, estuvo presente en la instalación del Primer Congreso de Anáhuac en Chilpancingo, el 13 de Septiembre de 1813 -tres años después del grito de Dolores-; para ese año, Bravo contaba con 27 años de edad y fue testigo de lo que México anhelaba a través de los Sentimientos de la Nación.
Por ello, antes y después de la independencia de México, Bravo continúo mostrando su valentía defendiendo a su nación, incluso retirado de la vida militar regreso para enfrentar a soldados Estadounidenses dirigiendo la defensa del castillo de Chapultepec.
Sin embargo, la peor batalla que libro Nicolás Bravo fue consigo mismo, al momento de tomar una de las decisiones más difíciles que puede tener un hombre, cuando se le ha lastimado: PERDONAR.
Perdonar a 300 españoles fue lo que hizo Bravo, después de saber que su padre Leonardo Bravo había sido ejecutado por orden del Virrey Francisco Xavier Venegas, el 13 de Septiembre de 1812; aun cuando su superior que era Morelos había ordenado matar a los 300 españoles; Bravo les dio vida. 
Por este hecho, la historia lo conoce con los sobrenombres de “Benemérito de la patria, héroe del perdón y héroe de la vida”. Incluso varias ciudades del país donde sostuvo férreas luchas adoptaron su apellido, en honor  a tan valiente soldado de la patria.
Valle de Bravo en el Estado de México, Tulancingo de Bravo en el estado de Hidalgo, Palmar de Bravo en el Estado de Puebla, la Ciudad de Coscomatepec de Bravo y Medellín de Bravo, ambas en Veracruz, son ejemplos de reconocimiento al patriota, sin faltar nuestra ciudad capital  Chilpancingo de los Bravo.
El pintor veracruzano Natal Pesado y Segura, reconoció y dio vida a este gesto de humanidad de Bravo,  pintando el cuadro en 1892 bajo el nombre: “Bravo perdona a los realistas”, el cual se conserva a la fecha en el salón de recepciones del Palacio Nacional.
Nicolás Bravo tuvo la más alta responsabilidad de ser Presidente de la Republica de México hasta en tres ocasiones; tal vez por periodos cortos en días y meses en los años de 1839, 1843 y 1846, cuando el país seguía en proceso de organización interna para tener rumbo.
En sus mandatos atendió los asuntos de Gobierno, busco frenar y castigar la delincuencia y formulo un plan para el desarrollo de la industria nacional, visión que sembraría para que los posteriores presidentes buscaran adoptar. 
Su muerte fue de cobardes, como no pudieron derrotarlo de frente, se valieron de su médico de cabecera para envenenarlo y quitarle la vida junto con su esposa, el día 22 de Abril de 1854.  
A 161 años de su partida, se continúa recordando a tan disciplinado y noble soldado de la patria, que dedico la mayor parte de su vida en cambiar el rostro de la injusticia y desigualdad que prevalecía en esa época, al héroe de la vida, NICOLAS BRAVO RUEDA.T

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