QUERIDO DIARIO

Raúl Román Román
En este momento se estará debatiendo, en diversos espacios, tribunas y escenografías, el mensaje que ha emitido Enrique Peña Nieto, desprendido del obligatorio paso de rendir un 3er. Informe de gobierno, en la que seguramente una enorme masa humana estará en contra de su política neo-liberal, agresiva e indignante, y otro tanto, beneficiados de sus acciones, los menos, pretenderán defenderlo, con los riesgos ideológicos que implica una u otra trinchera ideológica. Pero vamos a desgranar un poco la mazorca, para efectos de comprensión y resultados.

El gobierno nietista inició su mandato bajo las expectativas de reformar el sistema y el estado de derecho, en el papel, para remediar algunos males y estabilizar la vida comunitaria, en aras del progreso. Pero traducidos a la realidad, ¿Cuáles han sido los resultados?... asistamos juntos a estas reflexiones:
 En la reforma hacendaria, transformó el sistema tributario, de la mano de Videgaray, haciendo pagar impuestos y tributaciones hasta los más mínimas transacciones comerciales, llegando a una escalada agresiva y precipitada, donde sólo hay de una sopa: “O pagas o pagas”, que en el horizonte político podría parecer muy bueno, atendiendo la cita cristiana del “dar a dios lo que es de dios, y al César lo que es del César”, con enorme enseñanza, pero que aplicados a los círculos del poder, a los amigos y compadres, a las compañías e instituciones bancarias, que no pagan impuestos, lo que ya es una atrocidad, a las dos televisoras preponderantes, junto a tiendas de autoservicio que entre cortinas de humo negociables, se ha sabido que evaden impuestos en grado superlativo, o disfrazan sus actividades “filantrópicas” en aras de parecer instituciones de beneficencia pública, ya sea para construir centros de rehabilitación, lo que debe de ser una obligación ineludible de su gobierno, pero como es una pantalla mediática para la evasión de impuestos, el gobierno de Nieto la “legitima”… además, dicen los memes, con que dejen de robar, alcanzaría para todos, pues cada uno de los gobernadores terminan sus periodos gubernamentales dejando enormes deudas y préstamos sin aclarar, por miles de millones de pesos, como son los casos de los Moreira, Fidel Herrera y su títere Duarte, Yarrington, Graco Ramírez, etc. (le paramos porque dan asco) ¡Y no pasa nada! Se van con la mano en la cintura y carcajeándose, sin consecuencia alguna, más que dejar comprometidos a las entidades federativas por otros treinta años de deudas… Por favor, saque sus conclusiones.
 En el ámbito educativo…. Está más que comprobado que no hay una reforma educativa, sino laboral, con un saliente secretario de educación chuayfeista, genocida de Acteal, que siempre estuvo extraviado en su ignorancia de la materia y en sus discursos insultantes, agresivos, omisos y que no llevan a ningún lado, pues fueron amenazantes de la cesantía en unos exámenes de conocimientos que no prueban nada y menos remedian la educación escolarizada en México, sino usándolos como garrotes, en pos del despido masivo de los maestros mexicanos, lo que también vendría a agudizar la situación social, porque cesantes o no, se tiene que comer, vestir y vivir, de alguna manera… y que sucede si el maestro aprueba su examen… ¿A poco así queda reformada y progresiva la educación escolar? Si las escuelas se están cayendo, y existen comunidades sin servicio educativo, telesecundarias sin televisión y menos señal digital, montadas en piedras sueltas, con techos de palma, madera y láminas de cartón. Con niños des y mal nutridos, con pares de familia sin trabajo, en fin, le paramos a este martirologio social…
 Y una regla que la sociología mundial tiene super-comprobada, a la hora que quieran: antes de reformar los sistemas educativos, se tienen que reformar, armonizar y proyectar los sistemas de comunicación masiva, como la televisión, la radio, la prensa escrita, los sistemas digitales, por su enorme influencia, y que traducidos al sistema mexicano, la televisión es nociva para la salud mental, física y espiritual de los mexicanos, son altamente tóxicos los programas de Laura, Chespirito, Rocío, la Rosa de Guadalupe, López Dóriga y Loret, simuladores de la información objetiva y veraz, más todos los anexas que gusten ponerle a esta altura de la crónica.
 Y todavía faltaría aclarar los 43 de Ayotzinapa, que posiblemente el presidente ya supero, más no sus padres y la comunidad en rebeldía, más la inseguridad nacional que ya está en el límite del genocidio, pues en este momento en México, “la vida no vale nada”, como José Alfredo. Y le podríamos seguir, pero por este momento, hasta ahí le paramos.

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