Atlixtac, Gro., 7 de octubre de 2015. (CA).- La colonia Monte Sinaí en la comunidad de Huitzapula norte, en el municipio de Atlixtac, en este momento bien puede ser la metáfora de una hoja de papel estrujada. Desde la mañana del 2 de octubre hasta el día siguiente un hundimiento en el cerro donde está cimentada comenzó a partir los pisos, las paredes y los techos de 23 casas y todo lo que tuvo en sus cercanías.
Ahora las calles en Monte Sinaí están inclinadas y otras más están colapsadas, hechas pedazos. Para recorrer la comunidad uno debe cuidar cada uno de sus pasos, de otra forma es imposible.
La mañana del 2 de octubre, cuenta Claudio Pacheco Bello un poblador de Monte Sinaí, comenzaron a escuchar como vibraba la tierra. Nunca antes habían oído algo parecido.
Como pasaba el tiempo, al vibrar de la tierra lo comenzó acompañar el movimiento. A las 4 de la madrugada del 3 de octubre la tierra no soportó más y comenzó a desprenderse y con el desprendimiento vino el agrietamiento en pisos y paredes.
Dos horas después el instinto de los pobladores los impulso a salir de sus casas; nadie estaba listo. La mayoría sólo logró sacar ropa y lo primero que tuvo a la mano. No hubo tiempo para salvar ningún televisor, alguna cama; ni siquiera los automóviles rescataron. Salieron, literalmente, con lo que pudieron.
Los pobladores tomaron de asalto la primaria Aquiles Serdán para refugiarse. Ahora en las aulas de la escuela viven las 70 personas –niños, mujeres, hombres y ancianos- que integran las 23 familias que perdieron todo.
En las cuatro aulas, las 70 personas, duermen amontonados sobre cobertores y colchonetas. Ahora los patios de la primaria también son cocinas y comedores y los baños ya no son de uso exclusivo de los alumnos.
Claudio Pacheco responsabiliza de la tragedia al huracán Marty que pasó por Guerrero a finales de septiembre. Cuenta que del 22 al 30 del pasado mes en la comunidad no paró de llover, ni de día ni de noche, con mayor o menor intensidad, pero siempre lloviendo. Claudio cree que la lluvia reblandeció el cerro y provocó el hundimiento.
Personal de Protección Civil explicó que de acuerdo a las revisiones que han realizado encontraron escarpes de hasta de cinco metros de altura que provocó el movimiento de la tierra. Hasta ahora esa dependencia tiene contabilizadas 23 casas con pérdidas totales y 41 en zona de riesgo.
Sobre la zona de riesgo, indicó el personal de Protección Civil, por el momento las 41 familias no serán desalojadas, pero advirtió, que en cualquier lluvia que se presenta lo harán. No lo han hecho, explicó, porque en la primaria no hay espacio suficiente para albergar a todas las familias.
A dos días de la tragedia, los pobladores intentan reconstruir su patrimonio. Comenzaron por la parte burocrática: buscan con cumplir con todos los requisitos de que la Sedatu les solicitó.
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