MEMORÁNDUM

*** 29 de noviembre; el día clave.

Gerardo Ruano Cástulo
El ambiente era de tristeza. La señora de la casa yacía desde hace días en cama, producto de una enfermedad que no le habían podido tratar los médicos. Se pronosticaba que sería el fin de su existencia. En eso, se escuchó una voz agradable, que entró por la puerta: “Shalom” (que significa Paz). Era el joven maestro. El humilde hijo del carpintero.

Muchos rostros cambiaron al verle. Por su llegada al pueblo, varias personas le habían seguido. Así, que afuera de la casa, había expectación. Especialmente, de aquellos que tenían envidia al maestro y que le veían como enemigo.
Sin importar que fuese sábado, día prescrito como de descanso obligado en la tradición judía, el joven maestro se acercó a la señora, puso las manos sobre la frente, elevó una oración, para después decirle: “Egeiro” (Del griego, que significa levántate). Enseguida, la que estaba en cama se levantó y se puso a ordenar la casa, para después dar de comer al maestro.
Los que estaban adentro salieron gritando: “¡milagro!”. Esto irritó a quien le envidiaba. Sin embargo, la enorme multitud agradecía la bondad de Dios. Cuando el maestro salió, dijo: “He elegido el sábado para darles un mensaje de autoridad”. (Del taller de la imaginación de Juan Francisco R.)
Los llamados golpes de autoridad son importantes en muchas ocasiones. El ser humano, ante las situaciones complicadas, debe enviar mensajes de que es él, quien tiene los argumentos y los talentos, para cambiar y mejorar el rumbo.
Bajo esa consideración, creo que el 29 de noviembre es una magnífica oportunidad para dar un golpe de autoridad. Lo es, porque si se logra traducir en una fiesta democrática, en la que los electores de Tixtla emitan el sufragio en un ambiente estable, además de que la gente viva un día de armonía, se estará enviando un mensaje claro, de trabajo en la ruta del orden y la paz.
El resultado de las urnas, en ese sentido, pasaría a segundo plano. Antes de ello, está la armonía y el respeto a la voluntad popular. El gran triunfo, para todos como entidad, no solamente para las autoridades, es lograr ese clima de paz y armonía. 
Ahora bien, las cartas echadas  sobre la mesa están muy claras. El PRI tiene su mayor fortaleza en ser Gobierno del Estado. La fuerza recae en lo que hoy representa el Gobernador Héctor Astudillo Flores. Debemos decir, que su candidato, Saúl Nava Astudillo, posee fuertes debilidades.
En tanto, por el PRD, su mayor fortaleza radica en el trabajo que respalda a su candidato, Hossein Nabor Guillén. Los sondeos han sido claros en el año. Los dos previos a la elección del 7 de junio, indicaban que se ubicaba entre los 45 y 50 puntos de aceptación; muy por encima de los 25 y 30 que traía el candidato del PRI.
Existen muy buenas expectativas sobre el trabajo del Gobernador Héctor Astudillo. Eso puede fomentar la unidad priísta. Más por la imagen del mandatario estatal, que por el candidato. De ahí, que esa es la llave que pone al PRI en la lucha.
En tanto, de candidato a candidato, Hossein Nabor luce más fuerte y con mayores posibilidades de ganar.
Al final del día. Creo, que lo más importante, será el mensaje que se envié, con el desarrollo de la jornada. Un día, el 29 de noviembre, para enviar un mensaje de autoridad.
POR CIERTO, con la conversión del Seguro Popular, en Organismo Público Descentralizado, queda claro, que el Gobernador confía en que Heriberto Huicochea Vázquez, sabrá reconstruir ese gran sistema y lo pondrá a trabajar dentro del cauce del orden y la transparencia. Esa es la cuestión.

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