MEMORIA DE LA COSTA GRANDE


COYUCA DE BENÍTEZ EL PARAÍSO TERRENAL DE LA COSTA
Para Luis, Elizabeth, Nicky, Axel y Grecia,  A José Luis Higuera
El municipio de Coyuca de Benítez es un canto vivo a la naturaleza costeña, por su amalgama de vergeles boscosos y serranos, de litorales azul-aturquesados, con llanuras mágicas y productivas y sus barrios comunitarios de historia y color.  

 De acuerdo a la lengua náhuatl, su derivación etimológica se puede desglosar así: coyoacan… de coyote y el locativo: can, que se plantea como “lugar de coyotes” o “coyotera”… pero que dentro de la voz popular se extiende la creencia que puede ser también “lugar de cayucos”; con la salvedad que el apellido Benítez se adujo en honor de la señora María Faustina, nacida en el barrio de San Nicolás y esposa del insigne héroe independentista y liberal don Juan Álvarez. 
 Dentro de su perfil político se puede reconocer que Coyuca recibe la categoría de ciudad el 24 de junio de 1872, por medio del decreto No. 60 72, y de forma cronológica, la función como municipio coyuquense fue erigido el 4 de mayo de 1876, a través del Decreto No. 30, dentro del distrito de Tabares y segregándose territorio de Acapulco; aunque años más tarde tuvo algunos ajustes territoriales con el municipio de Chilpancingo.
 Como prueba fidedigna, a continuación se expone la acreditación y el documento oficial de su elevación a rango de ciudad:
EL C. FRANCISCO C. ARCE
GENERAL DE BRIGADA Y GOBERNADOR DEL ESTADO 
DE GUERRERO, A LOS HABITANTES DEL MISMO SABED:
Que por la Secretaría del H. Congreso del Estado,
se me ha comunicado lo siguiente:
El Segundo Congreso Constitucional del Estado Libre y Soberano de Guerrero, en nombre de los pueblos que representa decreta:
DECRETO NÚM. 60
Art. 2º. Se eleva al mismo rango de ciudad con el nombre de Coyuca de Benítez al pueblo de Coyuca, correspondiente al distrito de Tabares, por haber nacido en él, la virtuosa señora doña María Faustina Benítez de Álvarez.
Dado en el salón de sesiones del Congreso del Estado […]
24 de junio de 1872. Francisco O. Arce. A.M. Polo Secretario.
Según la memoria comunitaria, el último Comisario Municipal de San Miguel Coyuca fue don José Ma. Gómez, y como consecuencia lógica, se elevaba a rango de ciudad y cambia su nombre por el de Coyuca de Benítez, nombrando de inmediato a don Zacarías Zúñiga como su primer presidente municipal.
Los nombres de los presidentes se conservan por tradición oral y popular, algunos con cariño y con respeto por sus voluntades para beneficiar a su pueblo, otros por su afán de enriquecimiento, aunque los archivos de sus administradores se perdieron, pues debido a que Coyuca es paso obligado entre Acapulco y la Costa Grande, a la vez era el centro de llegada y salida para los hombres que se rebelaban de manera armada y que por los constantes incendios en las instituciones de gobierno durante la Revolución Mexicana, fueron arrasados por el fuego, por lo que su historia se hizo cenizas.
 El municipio coyuquense  se encuentra localizado al suroeste de Chilpancingo, con una superficie de 1655 kms.2 
 La tradición histórica siempre ha estado presente en el suelo coyuquense, pues sus páginas registran su participación en un caudal muy importante dentro de los episodios regionales, estatales y nacionales, a saber… 
 Inicialmente, su conformación orográfica es abrupta pero productiva, en su serranía inmediata se hallan elevaciones como los cerros de Tlacotepec, Zacatonal, Tres Tetas, Las Tunas y Las Guacamayas, que complementan el ideal natural para la ecología costeña, con las vertientes fluviales de los ríos Coyuca, La Pintada, Las Compuertas, Las Hamacas, Huapanguito, El Camarón, El Aguacate, Yerbasanta, Grande, Conchero, Tiotepec, Pasos Cuates, Bellaco, Nanciapa y las lagunas de Mitla y Coyuca, algunos con caudal permanente y otros con categoría de arroyos, que mantienen la producción, la atracción y la recreación de los lugareños.
Durante la gesta independentista, Coyuca era un paso estratégico para el dominio territorial de la costa… aquí se unió a la filas insurgentes de Morelos, el general Álvarez, para trascender en su connotada actitud independentista. Más adelante, el 27 de junio de 1814, es asesinado el general Hermenegildo Galeana, en el Salitral, hacia el poniente coyuquense. 
Sus festividades y tradiciones se recargan en las fechas populares del 3 de mayo, encaminadas a celebrar el día de La Santa Cruz, de gran denotación religiosa; en la segunda semana de abril se desarrolla la tradicional “Feria de la Palmera”, con eventos propios de los festejos campirano-costeños. Del 20 al 30 de septiembre se viene la celebración pagana de San Miguel Arcángel, con todas sus evoluciones de religión, fe y devoción.
Y en su complemento ideal, durante todo el año, su paisaje natural se viste de vergeles, sol y agua para el disfrute comunitario y turístico en Playa Azul, El Carrizal, Mitla, La Barrita, El Camote, El Embarcadero, El Dorado y la mundialmente conocida: Barra de Coyuca.  
  Así mismo y sobre la laguna se encuentran sus tres islas como “La Pelona”, “Grande” y “La de Filipinas”, que se vuelven un encanto natural.
Y según el Inegi, Coyuca cuenta con 185 localidades y una población total de 69, 064 habitantes que pueblan sus serranías y costa. 
 En el suelo coyuquense se han desarrollado infinidad de vivencias de orden histórico, cultural, turístico, eco-sistémico, deportivo y humanista, que han ido vistiendo de dignidad a toda la sociedad costeña, por su gran cúmulo de experiencias gratificantes y llanas, pues en su devenir se encierran experiencias que denotan una gran voluntad para servir al prójimo  y a su tierra.
Su ciudad y cabecera municipal siempre se ha mantenido como una población hospitalaria, atenta y segura, de donde se bifurcan sus senderos hacia las partes de la sierra alta y baja de los coyuquenses, así como a su hermoso y extenso litoral.
 En este lugar en el que alguna vez anidaban cientos de pericos, loros y guacamayas multicolores y trinaban centenas de aves canoras, han cursado páginas incandescentes de nuestra historia regional y se han mantenido los centros marinos y silvestres con vestidos de la hermosa naturaleza de la Costa Grande, como su puerta de entrada y salida hacia Acapulco. (Desde el hermoso “lugar de mujeres. Raúl Román Román. El Indio de Iguala).

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