ZONA CERO

Dudas en el resultado de Tixtla

Roberto Santos
Dudas es lo que dejan los resultados de la elección extraordinaria de ayer en el municipio de Tixtla, donde resultó triunfador el candidato del PRD, PAN y PT. A pesar de que fue una elección pacífica, estuvo manchada de sangre. Fueron cuatro los comunitarios muertos, y para los ojos de los observadores políticos esto fue determinante para decidir el futuro del candidato del PRI. Era obvio, cualquier asunto violento sería el pretexto perfecto para culpar al PRI y al gobierno del estado.
El escenario era perfecto y fue creado poco a poco por los señalamientos que desde el inicio de la campaña hicieran personajes como Beatriz Mojica Morga, quien ha desde que perdió la gubernatura ha insistido sin fundamentos de que la violencia es producto del pacto entre gobierno y bandas criminales.
Por eso generar violencia antes de los comicios, cualquiera sabía que afectaría al PRI y a su candidato. El PRD hizo una campaña de victimización al acusar al gobernador de meter las manos para imponer a un familiar, puso en duda la institucionalidad de los órganos electorales.
A eso se sumó Morena, cuyos líderes enfocaron sus baterías contra el gobierno del estado, antes que hacer propuestas de gobierno, más o menos serias. 
Quienes atentaron contra los comunitarios, perversamente sabían que generarían malestar en la población por la cercanía y simpatía que tienen por estos guardianes ciudadanos. Además, hubo quien sirvió de caja de resonancia para acusar directamente al secretario general de gobierno como el culpable de este hecho y de aplicar una estrategia de guerra sucia aprendida en Colombia.
Hoy los comunitarios afectados, señalan –coincidentemente- que son víctimas de un terrorismo de estado, sin presentar pruebas o argumentos verosímiles. 
Este clima de acusaciones y violencia criminal, se supone que cambio el sentir del voto en Tixtla, y los resultados fueron sorprendentes, pues hubo secciones que de la noche a la mañana cambiaron su intención del voto.
¿Qué pasó? Nadie lo sabe, y persistirán las dudas acerca del por qué ese cambio tan radical en la intención del voto.
Tixtla dará mucho de qué hablar y se diluirá poco a poco el interés por este tema, sobre todo porque el candidato perdedor, ya aceptó su derrota y hace votos para que a Tixtla le vaya bien.
Hossein ganó perdiendo, y está metido en camisa de once varas, porque estará acotado por quienes le hicieron ganar, pues pedirán su tajada del pastel, y a él, casi es seguro de que solo migajas le dejarán probar.

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